domingo, 7 de enero de 2018

Señales náuticas



LAS SEÑALES NÁUTICAS

Por Maximino Gómez Alvarez

Recuerdo de pequeño, durante  la celebración de determinadas fechas patrióticas, como el Grito de Yara, que mi padre solía llevarme de paseo por la Bahía de la Habana y en más de una ocasión pude ver buques de nuestra Marina engalanados con banderas multicolores que yo interpretaba como adornos de fiesta, hasta que pronto mi progenitor me aclaró que aquello en realidad eran “banderas de señalización náuticas”. Aún hoy en día, a pesar de los progresos tecnológicos operados en el campo de las comunicaciones, sobreviven esta y otras formas de comunicación como señalización náutica.
Las señalizaciones náuticas surgieron en el pasado debido a la necesidad de los buques de comunicarse a grandes distancias; el primer intento de crear señalizaciones náuticas de que se tiene noticias data del siglo 341 a.c., elaborado por el griego Eneas Táctico, quien describe un primitivo sistema de señalización con una vasijas de barro llenas de agua y la utilización de una palo con medidas determinadas que al ser observadas de lejos brindaban una información, siguiendo un código previamente establecido, ejemplo: “prepararse para el ataque” correspondía a tres medidas del palo en el recipiente. El historiador, también griego, Polibio inventó un sistema con la utilización del alfabeto griego, empleando cinco antorchas para enviar los mensajes con lo que se podía transmitir a distancia, complicados informaciones con relativa facilidad y rapidez; sin embargo, este sistema quedó en el olvido durante casi 2000 años. El envío de mensajes con la utilización de velas tiene también un origen remoto, y consistía en el uso de velas de diferentes colores para indicar, según su posición, una determinada información.
Ya en el siglo XIV se generalizó el uso de izar y arriar las velas para indicar la proximidad del enemigo y durante los siglos  XV y XVI se complejizó este sistema con el uso de un código que contemplaba izar y arriar las velas distinto número de veces e incluso cambiando de vela con lo que se lograba el envío y recepción de diferentes mensajes. En el siglo XIX se introduce por primera vez el sistema de señales con banderas, pero incluso, Armadas como la británica, conservaban el uso de velas perfeccionado, por permitir transmitir mensajes a más distancia. En 1817, el Capitán  William Marrymat publicó el “Código de Señales para la Marina Mercante” que permaneció en uso hasta 1879; dicho sistema era en extremo sencillo y empleaba sólo diez banderas de señales (seis cuadradas, dos triangulares y dos cornetas), así como un número ilimitado de gallardetes; dicho sistema se basaba en izar una cantidad determinada de banderas para formar un número que correspondiera a mensajes prestablecidos por el Código Marryat. En 1859 el Capitán Chapman, también de la Marina británica, publicó una obra denominada “Código de señales utilizable para todas las naciones”, con la clara intención de establecer un sistema único internacional que permitiera ser reconocido por cualquier nación y su aplicación estaba destinada fundamentalmente a la marina mercante; no obstante, este código careció de difusión y no logro su intención por falta de un acuerdo internacional.
No es, sin embargo hasta 1931, que se crea y se acepta por fin un “Código Internacional de Señales”, que logró establecer un standar reconocido por todas las naciones del mundo y este es el sistema que se sigue utilizando y comprende 40 banderas distintas, 26 para letras del alfabeto, 10 para números, tres repetidores, llamados también sustitutos y un gallardete de inteligencia utilizado para identificar el código para dar respuesta ó como punto decimal; así mismo, cada bandera posee un significado individual; así, por ejemplo, al entrar a puerto e izar la bandera “G” (bandera de 6 franjas azules y amarilla verticales) indican a la autoridad portuaria que la embarcación necesita un práctico. Las banderas de señalización desde los primeros momentos adoptaron formas geométricas en su diseño (cuadrado, rectángulo, triángulos, conos etc.), por permitir estas formas su reconocimiento más fácilmente a largas distancias.

Queremos concluir, que existen desde hace mucho tiempo, otras formas alternativas de señalizaciones por semáforos o en las embarcaciones con el uso de blinkers para transmitir en clave Morse, esto permite la capacidad de comunicación y señalización en horas nocturnas, cuando resulta imposible el uso de banderas, al tiempo que evade con bastante eficacia el rastreo de una embarcación por el enemigo desde largas distancias al permanecer en “silencio radial”,  .

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