U-BOATS Y LA REPUBLICA DOMINICANA DURANTE LA 2ª GUERRA MUNDIAL
Por Maximino Gómez Álvarez
En las siguientes 48 horas del ataque japonés a Pearl Habor, la República Dominicana declaraba la guerra a Japón, días después, tomaría igual decisión con el resto de las naciones del Eje. No es un secreto la admiración que sentía el presidente de es país, Rafael Leonidas Trujillo por las figuras de Hitler y Mussolini, propiciando durante los años de la preguerra es establecimiento de gran cantidad de ciudadanos de esos países que no tardaron en engrosar las filas de la quinta columna y establecer las bases de futuras redes de espionaje; no obstante con la entrada de los Estados Unidos en el conflicto, el astuto gobernante decidió situarse al lado del gigante del norte. Como consecuencia de esta actitud, la Republica Dominicana se convertiría en el primer país del hemisferio en recibir ayuda a través del Programa Lend Lease. De esta forma la isla caribeña recibiría las primeras aportaciones en material y equipos para su aviación y marina de guerra.
Previó a la declaración de guerra
por parte de la republica dominicana, ya se habían producido algunos incidentes
aislado como consecuencia de la guerra como la captura del carguero alemán “Hannover”
por el crucero de guerra británico “HMS Dunedin” y el destructor francés “Jean d'Arc”, hecho que tuvo como
escenario las aguas jurisdiccionales de Santo Domingo muy cerca de la costa de
Punta Cana.
En los días inmediatos
posteriores al ataque a Pearl Habor, los submarinos alemanes comienzan a operar
en el Caribe, produciéndose gran cantidad de hundimientos de mercantes; una de
las primera victimas lo fue el carguero británico “Mc Gregor”, cuyo náufragos
sobrevivientes fueron rescatados por la Guardia Costera del país caribeño en la
que quizás, fue la primera operación vinculada a la contienda en que se viera
involucrado dicho país. Aquellos mares comenzaron a infestarse de submarinos,
cuya presencia en ocasiones era
observada desde tierra por lo habitantes de la región; este autor en su viaje
por el sur de Santo Domingo tuvo la oportunidad de escuchar entre los
habitantes más ancianos historias que hablaban de naufragios, y de la aparición
en las playas de restos de embarcaciones, bidones metálicos, cajas de madera y
frutos flotando en el mar que eran recogido por los lugareños, incluso, se
hablaba de la aparición de cuerpos de náufragos que llegaban a las orillas ya sin
vida.
Si bien es cierto que la marina
dominicana no se vio envuelta en ninguna acción naval directa durante la 2ª
Guerra Mundial, su pequeña Marina Nacional compuesta de siete guardacostas de 75 pies servía para patrullar sus costas y jugó un papel destacado como escolta en la cadena de envio de alimentos desde Cayo Hueso, pasando por La Habana y a través de Haití hasta República Dominicana con la utilización de goletas. Su marina mercante, igualmente, sufrió los ataques de los submarinos
alemanes, dos de los buques mercantes más importantes de esa nación resultaron
víctimas de los u-boats, “El San Rafael” y “El Presidente Trujillo”. En el caso
del “San Rafael”, el 3 de mayo de 1942, encontrándose el mismo realizando la
travesía entre Tampa (Florida) y Kingston, Jamaica, a las 11:27 de la mañana fue
torpedeado sin previo aviso por el U-125 al mando del Capitán Ulrich Folkers, en la
posición 79’10” Oeste y 18’55’ Norte, a 80 millas de Jamaica; mientras el
buque se hundía recibió fuego de ametralladoras y con un cañón de 88mm que
destrozan la nave, la cual, apenas media hora más tarde desaparece en el mar. Los náufragos
del “San Rafael”, resistieron sin comida y con muy poco agua intentando
alcanzar tierra, lo que por fin lograron, arribando a Nueva Gerona en isla de
Pino (Cuba) donde fueron rescatados y conducidos por la Marina cubana, para poco después
ser enviados a su tierra natal.
Mercante "Presidente Trujillo" orgullo de la Marina Mercante dominicana de la época sucumbió al ataque del U-156.
El otro gran desastre de la marina
dominicana, ocurriría sólo unos días más tarde, cuando el 21 de mayo de 1942 el
carguero “Presidente Trujillo” realizaba la travesía entre la Isla de Martinica
y San Juan en Puerto Rico; cuando a penas cumplía dos horas de navegación, fue
sorprendido por el U-156 al mando del Capitán Werner Hartenstein, quien sin
previo aviso procedió a torpedear la nave, la que se hundió en menos de cinco
minutos, pereciendo en dicha acción 30 de sus 45 tripulantes. Otras acciones exitosas
de los u-boats contra embarcaciones de Dominicana tuvieron lugar, tales son los casos de la Goleta “Nueva
Altagracia” hundida en las proximidades de las costa de Curazao, el 16 de junio
por el submarino alemán U-126, en tanto que un mes más tarde, el 12 de julio,
la Goleta “Carmen” correría igual suerte al resultar víctima del ataque del
U-166 a sólo 15 millas de Cabarete.
No obstante, la Marina de Guerra
dominicana, cumplió innumerables misiones de patrullaje y funcionó en muchos
casos como un elemento disuasorio que contribuía a mantener en lo posible a los
submarinos alemanes, lo más alejado posible de las costas de ese país. En memoria a los 34 marinos dominicanos caidos durante la Segunda Guerra Mundial fue erigido en ese país un pequeño monumento que perpetúa su memoria.
http://www.youtube.com/watch?v=c48QELOJmVY
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