¿PODÍAN HABER SIDO MAYORES LOS TRIUNFOS
DE LA UNTERSEEBOOT EN LA BATALLA DEL CARIBE?
Por Maximino Gómez Álvarez (Historiador y asesor del International Maritime Foundation)
Aún y cuando los
historiadores reconocen los enormes éxitos alcanzados en la primera etapa de la
intervención de los u-boats en la Batalla del Caribe; muchas veces escapa al
análisis el hecho de que estas victorias podían haber sido mucho mayores,
pudieron haber cambiado sustancialmente el curso de la guerra y alejado la
victoria aliada e incluso haberla puesto en peligro. Los hechos así lo
demuestran; sin embargo, una falta de visión estratégica por parte del Alto
Mando Alemán, la toma de decisiones equivocadas y una conducta errática en la
conducción de la guerra submarina en sentido general, constituyeron un
auténtico lastre en la consecución de la victoria de estas fuerzas.
El Führer Adolf Hitler
compartió con el Almirante Erich Raeder desde fechas tan tempranas como 1937, la
necesidad de que Alemania acometiera un ambicioso programa de construcción
naval (el denominado Plan Z), prevista su culminación para 1948, y que
pretendía para ese país un aumento considerable de sus fuerzas navales con el
marcado objetivo de superar o al menos equilibrar su flota a la de la Royal
Navy británica, todo ello, con vistas a un futuro enfrentamiento con dicha
nación. No obstante, al producirse la entrada de Inglaterra en el conflicto,
apoyando a Polonia y Francia, Hitler ordenó la reducción del mencionado Plan Z a un
su plazo de ejecución de sólo 6 años. Tanto Erich Raeder como Karl Döenitz, fueron sorprendidos con la entrada
en la guerra de Gran Bretaña; para finales de 1939 la Kriegmarine no se
encontraba preparada para enfrentar a la Royal Navy; la flota alemana de
superficie era diminuta en comparación con la de su contrincante y en el caso
de la flota de submarinos, esta sólo disponía de 56 unidades, de las cuales a penas 26 estaban aptas para operar en el Atlántico; el resto, en su mayoría
submarinos del Tipo II, tenían un alcance tan limitado que sólo podían operar
en el Mar del Norte.
El Almirante Döenitz nunca pudo persuadir al Führer de la importancia estratégica de los u-boats.
Desde que se inició el
conflicto mundial y hasta que los Estados Unidos entraron en la guerra, la
pequeña y aún inadecuada flota de submarinos alemanes libró una feroz batalla en el Atlántico Norte
tendiente a la disminución sistemática de los suministros a Inglaterra; más de
950 buques mercantes fueron hundidos por los u-boats, lo que representaba el
haber enviado al fondo del océano cerca
del 50% del total de los suministros destinados a Inglaterra, y todo ello fue alcanzado con la pérdida en dos años de sólo 95 u-boats. Mientras
cosechaban estos éxitos, se había mantenido una discreta construcción de nuevos
submarinos, pese a los reiterados consejos de Döenitz en esta dirección, quien
consideraba, sin ningún género de dudas, que gran parte de la guerra estaba
llamada a ganarse en los mares. Alemania, en cualquier caso, había establecido entonces,
una estrategia tendiente a evitar cualquier enfrentamiento directo con los
Estados Unidos y para ello se habían cursado importantes instrucciones en este
sentido a los mandos de los u-boats; dado que la demora de la entrada de ese país
en la guerra debía ser aprovechada en el fortalecimiento de su flota submarina,
incluyendo la construcción de un mayor número de unidades, las que serían
necesarias una vez que cambiara la situación y los norteamericanos se vieran
implicados directamente en el conflicto. Cuando se produce el ataque japonés a Pearl Habor, considerado por
Döetniz prematuro, y Norteamérica
declara la guerra al Eje Tokio-Berlín-Roma, el Mando Submarino alemán no tiene
otra alternativa que adelantar su
ofensiva a la costa Este de ese país con la denominada Operación Paukenschlag,
aprovechando para ello el levantamiento de la restricciones llevado a cabo por
Hitler con relación a la zona de exclusión Panamaricana, despachando de
inmediato seis submarinos a esa nueva zona de operaciones. Estados Unidos por
su parte, debía hacer frente a estos ataques en su costa Este con fuerzas
realmente insuficientes, compuestas por 51 aviones de entrenamiento anticuados,
18 aviones de escolta, 6 aviones de patrulla, 3 cazas y un avión torpedero;
mientras que por mar sólo disponía de cuatro caza submarinos, los Nº. 102, 330,
412 y 437, 4 embarcaciones menores de patrulla, los yates “Silfo”, “Coral”,
“Information” y “Slean”, así como 2
cañoneras anticuadas , 3 lanchas de patrulla y 7 guardacostas, los “Dione”,
“Dix”, “Active”, Fredereck”, “Antieram”, “Jackson” y el “Rush” de los cuales, realmente sólo tres
estaban operativos . Estas escasas fuerzas debían acometer la defensa de más de
mil kilómetros de costas. Por otro lado, la Operación Paukenschlag no fue
divulgada en inició, por lo que como consecuencia de ello y otras descoordinaciones
atribuidas al mando norteamericano, ciudades como New York, Atlantic City o
Miami no cumplieron el plan de apagones, de modo que la iluminación de dichas
ciudades ofrecía una oportunidad única a las operaciones de los u-boats, que
disfrutaban de magníficos puntos de referencia para ejecutar sus ataque. El 28
de enero de 1942 el destructor “USS
Jacob Jones” fue torpedeado muy cerca de la costa de New Jersey y el 15 de
junio un u-boat hundía dos cargueros a plena luz del día en Virginia Beach,
cuyo espectáculo fue presenciado desde la costa por centenares de turistas como
si de una puesta en escena teatral se tratara.
En general, los mercantes navegaban solos y pocos, y apenas con patrulla o escolta ocasionales y sólo después de que los buques víctimas de los ataques perpetrados por los u-boats aumentaran de forma espectacular, se estableció el sistema de convoy conocido como "Leap-Frog" (Salto de Rana), que consistía básicamente en viajar próximo a la costa durante las horas del día, para buscar luego abrigo costero donde pasar la noche. Estados Unidos tardó en reaccionar adecuadamente y de haber contado Döenitz con un mayor número de submarinos las pérdidas hubieran sido colosales; el propio Almirante era consciente de ello; el día 10 de diciembre, en un informe dirigido a su Estado Mayor, donde informa de la decisión Kriegmarine de enviar a las costas americanas sólo 6 submarinos, señala:“…Sólo es de lamentar que no haya suficientes submarinos disponibles para lograr un verdadero “golpe espectacular” (1).
En general, los mercantes navegaban solos y pocos, y apenas con patrulla o escolta ocasionales y sólo después de que los buques víctimas de los ataques perpetrados por los u-boats aumentaran de forma espectacular, se estableció el sistema de convoy conocido como "Leap-Frog" (Salto de Rana), que consistía básicamente en viajar próximo a la costa durante las horas del día, para buscar luego abrigo costero donde pasar la noche. Estados Unidos tardó en reaccionar adecuadamente y de haber contado Döenitz con un mayor número de submarinos las pérdidas hubieran sido colosales; el propio Almirante era consciente de ello; el día 10 de diciembre, en un informe dirigido a su Estado Mayor, donde informa de la decisión Kriegmarine de enviar a las costas americanas sólo 6 submarinos, señala:“…Sólo es de lamentar que no haya suficientes submarinos disponibles para lograr un verdadero “golpe espectacular” (1).
Con el inició de
la Operación Nueland, Döenitz condujo el cambio de estrategia, reconduciendo la
guerra submarina hacia la zona del Mar Caribe (el hundimiento de un sólo buque
cisterna de combustible era más
importante que el hundimiento de 5 mercantes con cereales). Este cambio de
estrategia suponía un enorme esfuerzo, si atendemos a la extensión de la
travesía que debían cubrir los u-boats,
distancia que los situaban al límite de sus capacidades operativas; pero
esta había sido, a pesar de todo una decisión inteligente del Almirante,
conocedor de que en esa zona los ataques podían efectuarse en un amplio
perímetro y de que los aliados, fundamentalmente Estados Unidos, no disponía de
la capacidad para enfrentar sus incursiones y por tanto una supervivencia mayor
de los u-boats quedaba de alguna forma garantizada, una vez más un mayor número
de unidades submarinas hubieran causados daños insospechados. En un informa del
Al Mando de la Unterseboot de fecha 13 de marzo de 1942 puede leerse lo
siguiente: “…Exactamente 2 meses
y medio después del inicio de
la guerra submarina en aguas americanas, ésta presenta el siguiente panorama: 1) Las medidas de defensa
por mar hasta el momento (excepto en la zona de Halifax y Cape
Race) son pocas, mal organizadas y peor entrenadas.
2) La defensa por aire en muchas áreas (Aruba, Hatteras
y Halifax) poseen
fuerzas suficientes, es cierto, pero comparadas con la de los Ingleses sólo pueden ser descritas como malas…”(2)
La toma de decisiones equivocadas y una conducta errática en la
conducción de la guerra submarina en sentido general, constituyeron un
auténtico lastre.
El Almirante Döenitz y su Estado Mayor sabían que los
golpes más contundentes contra la economía norteamericana y por extensión a los
Aliados estaban en el corte de la cadena de suministros de combustible; Estados
Unidos, como pilar fundamental en el sostenimiento Aliado, tenía sobre sus
hombros la responsabilidad de mantener dichos suministros y por tanto se
convirtió en un objetivo prioritario. La
fabricación de armamentos, buques y aviones, municiones etc. no podrían
funcionar si faltaba el combustible en las cantidades necesarias en la
industria, como tampoco podía faltar en el frente de batalla y por ello los
ataque de la flota submarina alemana se concentraron fundamentalmente en este
objetivo; téngase en cuenta, que para esas fechas, el 95% del combustible destinado
a los Aliados pasaba desde los puertos del Golfo a las refinerías de la costa
Este, por lo que la destrucción de los buques cisterna que conducían petróleo y
gasolina tenían un efecto devastador. Estados Unidos ante las cuantiosas
pérdidas llego a considerar planes alternativos, como podían ser el traslado del
combustible por ferrocarril o con el uso de camiones cisternas, así como la
construcción de una línea de oleoductos, pero tanto en un caso como en otro,
analizadas las pérdidas económicas y el tiempo necesario para regularizar las
entregas dichas ideas fueron en su mayoría desestimadas, salvo la idea del
oleoducto, que después de dos rechazos, fue finalmente aprobado por el
Presidente, aun considerando lo costoso que resultaba su acometimiento tanto en
materiales, mano de obra y sobre todo
por el tiempo necesario para su culminación. En esta época, pese a las enormes
pérdidas infligidas a los Aliados, un ataque a mayor escala y con los medios
necesarios a su alcance, los hundimientos de cargueros se habrían multiplicado sustancialmente y hubieran puesto en grave riesgo la capacidad
de respuesta. A finales de 1942 las existencias de combustible con que contaban los Aliados para hacer frente
con éxito a las operaciones en el norte de África eran casi nulas, por lo que tuvieron que buscar soluciones alternativas
que resultaron enormemente costosas.
Al principio de la campaña del Caribe, los u-boats cocecharon enormes éxitos.
Los u-boats al principio
de la campaña caribeña, como se ha señalado, cosecharon enormes éxitos en su
labor, la características geográficas jugaron también un papel determinante, a
diferencia del teatro de operaciones del Atlántico, en el Caribe la disposición
de los centros de distribución y rutas de mercantes estaban marcados por
accidentes que facilitaban las acciones de los u-boats, que por otro lado
solían tener lugar en las inmediaciones de los accesos a los puertos de
embarque; en realidad la única zona
realmente fortificada en los años previos al estallido del conflicto, lo había
sido el Canal de Panamá, bajo la obsesión norteamericana de que la misma podía
convertirse en un objetivo prioritario de la aviación alemana y nipona con el
uso de portaaviones, por lo que las fuerzas aéreas concentradas allí estaban
compuestas fundamentalmente por aviones de caza, que poco podían
hacer para enfrentar a los submarinos que amenazaban con hundir los
mercantes antes de que estos pudieran alcanzar esa vía transoceánica.
Pese a todas las dificultades confrontadas por la Flota Submarina alemana, los resultados continuaban siendo alentadores, tal y como se puede observar en un extenso informe del Almirante Döenitz a su Estado Mayor, que por su importancia reproducimos en alguna de sus partes más importantes:
“…Es muy probable que un sólo submarino puede causar daños a convoyes, a un solo barco, o incluso a fuerzas navales...el enemigo no atacó a los submarinos que utilizaban la radio, y se alejaban de las rutas; puede que se deba a que no desean dispersar sus fuerzas de escolta…Las experiencias anteriores demuestran que el enemigo probablemente gana información sobre reabastecimiento de embarcaciones o lugar de encuentro en mensajes pasados por los submarinos entre si en las zonas con poco tráfico. No es seguro que el enemigo realice dichas captaciones, posiblemente, un silencio de radio puede sorprender en ciertas zonas del mar …Hasta que este asunto se aclare, los submarinos que regresan deben utilizar su radio tan poco como sea posible. Si el submarino envía señales, esto también puede atraer la atención del enemigo. La estación de control en tierra es responsable de decidir si D/F se utiliza para llevar a cabo un encuentro…”- más adelante al referirse a la respuesta a las incursiones, señala“… La actividad anti submarina próxima a la costa ha aumentado. Destructores, guardacostas y buques de escolta están patrullando las rutas de los vapores; a veces los barcos son escoltados por buques de escolta en las zonas especialmente amenazadas ( Hatteras ). A pesar de estas medidas, los éxitos de los submarinos hasta ahora han permanecido en el mismo nivel. Antes de que se iniciara el ataque de los u-boats en América, se sospechó que la actividad anti submarina americana sería débil y sin experiencia, esta conjetura ha sido completamente confirmada. Los buques anti submarinos no tienen ASDI, aunque algunos están equipados con hidrófonos. Las tripulaciones son incompetentes, sin experiencia alguna y poco perseverantes en una cacería. En varios casos, los buques de escolta, buques de la Guardia Costera y destructores, habiendo establecido la presencia de un submarino, han huido del lugar en vez de atacar. Esta sólo puede ser la única explicación del hecho de que hasta el momento no se han producido pérdidas en aguas poco profundas (20 metros)…”- y al referirse a la actividad de la aviación puntualiza que- “…La actividad aérea también ha aumentado considerablemente. Los submarinos están obligados por ello a permanecer sumergidos durante el día cerca de la costa. En las noches de luna llena, es peligroso debido a la cantidad de aeronaves que participan y los submarinos están obligados a transferir sus zonas de ataque a otras más alejados de las costas. En general, sin embargo, los éxitos de nuestras embarcaciones son tan grandes, que su operación cerca de la costa está más que justificada y continuará. Con respecto a la disposición en las costas, hasta el momento a los barcos se les ha dado libertad de acción en todas las áreas que sus reservas de combustible les permita. Con la aparición del primer u-boat cisterna (U-459), el rango de resistencia y de funcionamiento de nuestros barcos se ampliará cuando sean suministrados y el número de embarcaciones en las zonas de operaciones se incrementará. Esto significará inevitablemente nueva asignación de áreas a atacar. Si se amplían los tramos de costa que los americanos tienen que defender, tendrán que aumentar el número de buques anti-submarinos de forma considerable. La cantidad de estos buques anti-submarino no se podrá aumentar tan rápido, aunque cuando ello ocurra, estos puntos no seguirán siendo puntos especialmente favorables para el ataque… la disminución de las cifras de hundimiento en el mes pasado se debe a las condiciones poco favorables para el ataque durante el tiempo de luna llena y alta. Los submarinos no pueden operar en las rutas de tráfico en estas condiciones, ya que se ven obligados constantemente a permanecer bajo el agua por las numerosas patrullas marítimas y aéreas y no tienen ninguna posibilidad de operar en la superficie y cargar sus baterías… La superioridad de los submarinos sobre las defensas anti submarinas, que hasta ahora siempre se ha demostrado, no se puede mantener con luna y condiciones climáticas como éstas… las condiciones de ataque en el área de América siguen siendo muy buenas. La actividad anti submarina se ha incrementado, pero su poder de combate, su concentración y su determinación de atacar y destruir son pequeñas… todos somos de la misma opinión, a saber, que el área de América seguirá siendo una zona muy favorable para los ataques en los meses venideros y que un alto porcentaje de éxito se puede marcar con muy pocas pérdidas. Con el fin de que el Mando decida si la batalla en la zona de operaciones en América todavía vale la pena (incluso con el número total de éxitos crecientes ) , es necesario comparar los hundimientos por embarcación por mes en el mar. Esto da el siguiente resultado :
Tonelaje hundido por embarcación y por mes; Enero 209.000, Febrero 378.000, Marzo 409.000 y Abril 412.000 Toneladas brutas.
Esto demuestra que, a pesar de una actividad anti submarina mayor y una mayor concentración de los Estados Unidos en la guerra submarina, los éxitos de nuestras embarcaciones han aumentado. Por tanto, su operación en el área de América se indicó. El presente gran número de barcos que se encuentran en plena lucha, demanda un ajuste de combustible (los suministros a los 6 del Tipo IXC y a los 11 VIIC ) permite que toda la zona costera desde Cabo Sable hasta el Cabo Occidental, el Golfo de México y el Caribe pueda ser ocupadas. Al enemigo le resultará imposible evitar a los submarinos con un tráfico alternativo. Estos barcos podrán llegar a sus áreas de operaciones en el momento más favorable, el 8 de mayo, una semana antes de la luna nueva. El suministro del primer U-boat cisterna ha ido excelente. En total 10 barcos han sido suministrados a la salida, 2 en el camino de regreso, todo en 10 días, cierto es, que con buenas condiciones meteorológicas. El resultado de estas operaciones de suministro sólo puede ser completamente evaluado cuando todos los barcos hayan completado sus patrulla...”(3)
Si bien es cierto que Döenitz supo en un principio sacar partido a sus reducidas fuerzas submarinas, diseñando sus ataques, dotando a sus tripulaciones de comandantes experimentados que habían sido capitanes de mercantes y por tanto conocían con bastante detalle su zona de operaciones por haber navegado en muchas ocasiones por esas aguas, ello finalmente no fue suficiente. Otras medidas adoptadas para prolongar la capacidad operativa de los u-boats fue la introducción de la “milk kuhe” (vacas lecheras) que aprovisionaban a los u-boats de combustible, municiones y otras vituallas. Otro elemento que jugó en contra de los planes de la Unterseeboot, fue la subestimación por parte el Mando Alemán de la capacidad industrial de Estados Unidos para la construcción de nuevos cargueros, fundamentalmente los del tipo Liberty, por lo que Estados Unidos logró en un plazo llamativamente corto, una sostenida capacidad de reemplazo de los buques hundidos por otros de nueva construcción, creando un equilibrio entre “pérdidas y sustitución de éstas”, un hecho que resultó determinante.
Pese a todas las dificultades confrontadas por la Flota Submarina alemana, los resultados continuaban siendo alentadores, tal y como se puede observar en un extenso informe del Almirante Döenitz a su Estado Mayor, que por su importancia reproducimos en alguna de sus partes más importantes:
“…Es muy probable que un sólo submarino puede causar daños a convoyes, a un solo barco, o incluso a fuerzas navales...el enemigo no atacó a los submarinos que utilizaban la radio, y se alejaban de las rutas; puede que se deba a que no desean dispersar sus fuerzas de escolta…Las experiencias anteriores demuestran que el enemigo probablemente gana información sobre reabastecimiento de embarcaciones o lugar de encuentro en mensajes pasados por los submarinos entre si en las zonas con poco tráfico. No es seguro que el enemigo realice dichas captaciones, posiblemente, un silencio de radio puede sorprender en ciertas zonas del mar …Hasta que este asunto se aclare, los submarinos que regresan deben utilizar su radio tan poco como sea posible. Si el submarino envía señales, esto también puede atraer la atención del enemigo. La estación de control en tierra es responsable de decidir si D/F se utiliza para llevar a cabo un encuentro…”- más adelante al referirse a la respuesta a las incursiones, señala“… La actividad anti submarina próxima a la costa ha aumentado. Destructores, guardacostas y buques de escolta están patrullando las rutas de los vapores; a veces los barcos son escoltados por buques de escolta en las zonas especialmente amenazadas ( Hatteras ). A pesar de estas medidas, los éxitos de los submarinos hasta ahora han permanecido en el mismo nivel. Antes de que se iniciara el ataque de los u-boats en América, se sospechó que la actividad anti submarina americana sería débil y sin experiencia, esta conjetura ha sido completamente confirmada. Los buques anti submarinos no tienen ASDI, aunque algunos están equipados con hidrófonos. Las tripulaciones son incompetentes, sin experiencia alguna y poco perseverantes en una cacería. En varios casos, los buques de escolta, buques de la Guardia Costera y destructores, habiendo establecido la presencia de un submarino, han huido del lugar en vez de atacar. Esta sólo puede ser la única explicación del hecho de que hasta el momento no se han producido pérdidas en aguas poco profundas (20 metros)…”- y al referirse a la actividad de la aviación puntualiza que- “…La actividad aérea también ha aumentado considerablemente. Los submarinos están obligados por ello a permanecer sumergidos durante el día cerca de la costa. En las noches de luna llena, es peligroso debido a la cantidad de aeronaves que participan y los submarinos están obligados a transferir sus zonas de ataque a otras más alejados de las costas. En general, sin embargo, los éxitos de nuestras embarcaciones son tan grandes, que su operación cerca de la costa está más que justificada y continuará. Con respecto a la disposición en las costas, hasta el momento a los barcos se les ha dado libertad de acción en todas las áreas que sus reservas de combustible les permita. Con la aparición del primer u-boat cisterna (U-459), el rango de resistencia y de funcionamiento de nuestros barcos se ampliará cuando sean suministrados y el número de embarcaciones en las zonas de operaciones se incrementará. Esto significará inevitablemente nueva asignación de áreas a atacar. Si se amplían los tramos de costa que los americanos tienen que defender, tendrán que aumentar el número de buques anti-submarinos de forma considerable. La cantidad de estos buques anti-submarino no se podrá aumentar tan rápido, aunque cuando ello ocurra, estos puntos no seguirán siendo puntos especialmente favorables para el ataque… la disminución de las cifras de hundimiento en el mes pasado se debe a las condiciones poco favorables para el ataque durante el tiempo de luna llena y alta. Los submarinos no pueden operar en las rutas de tráfico en estas condiciones, ya que se ven obligados constantemente a permanecer bajo el agua por las numerosas patrullas marítimas y aéreas y no tienen ninguna posibilidad de operar en la superficie y cargar sus baterías… La superioridad de los submarinos sobre las defensas anti submarinas, que hasta ahora siempre se ha demostrado, no se puede mantener con luna y condiciones climáticas como éstas… las condiciones de ataque en el área de América siguen siendo muy buenas. La actividad anti submarina se ha incrementado, pero su poder de combate, su concentración y su determinación de atacar y destruir son pequeñas… todos somos de la misma opinión, a saber, que el área de América seguirá siendo una zona muy favorable para los ataques en los meses venideros y que un alto porcentaje de éxito se puede marcar con muy pocas pérdidas. Con el fin de que el Mando decida si la batalla en la zona de operaciones en América todavía vale la pena (incluso con el número total de éxitos crecientes ) , es necesario comparar los hundimientos por embarcación por mes en el mar. Esto da el siguiente resultado :
Tonelaje hundido por embarcación y por mes; Enero 209.000, Febrero 378.000, Marzo 409.000 y Abril 412.000 Toneladas brutas.
Esto demuestra que, a pesar de una actividad anti submarina mayor y una mayor concentración de los Estados Unidos en la guerra submarina, los éxitos de nuestras embarcaciones han aumentado. Por tanto, su operación en el área de América se indicó. El presente gran número de barcos que se encuentran en plena lucha, demanda un ajuste de combustible (los suministros a los 6 del Tipo IXC y a los 11 VIIC ) permite que toda la zona costera desde Cabo Sable hasta el Cabo Occidental, el Golfo de México y el Caribe pueda ser ocupadas. Al enemigo le resultará imposible evitar a los submarinos con un tráfico alternativo. Estos barcos podrán llegar a sus áreas de operaciones en el momento más favorable, el 8 de mayo, una semana antes de la luna nueva. El suministro del primer U-boat cisterna ha ido excelente. En total 10 barcos han sido suministrados a la salida, 2 en el camino de regreso, todo en 10 días, cierto es, que con buenas condiciones meteorológicas. El resultado de estas operaciones de suministro sólo puede ser completamente evaluado cuando todos los barcos hayan completado sus patrulla...”(3)
Si bien es cierto que Döenitz supo en un principio sacar partido a sus reducidas fuerzas submarinas, diseñando sus ataques, dotando a sus tripulaciones de comandantes experimentados que habían sido capitanes de mercantes y por tanto conocían con bastante detalle su zona de operaciones por haber navegado en muchas ocasiones por esas aguas, ello finalmente no fue suficiente. Otras medidas adoptadas para prolongar la capacidad operativa de los u-boats fue la introducción de la “milk kuhe” (vacas lecheras) que aprovisionaban a los u-boats de combustible, municiones y otras vituallas. Otro elemento que jugó en contra de los planes de la Unterseeboot, fue la subestimación por parte el Mando Alemán de la capacidad industrial de Estados Unidos para la construcción de nuevos cargueros, fundamentalmente los del tipo Liberty, por lo que Estados Unidos logró en un plazo llamativamente corto, una sostenida capacidad de reemplazo de los buques hundidos por otros de nueva construcción, creando un equilibrio entre “pérdidas y sustitución de éstas”, un hecho que resultó determinante.
La importancia de un
incremento sustancial de unidades en la flota de u-boats, que tanto reiteramos
fue un elementos decisivo, Döenitz los sabía, pero no fue capaz de persuadir al
Hitler de ello, quien al parecer, nunca estuvo convencido de lo
trascendentalmente importante que era un plan de construcción de submarinos
dotados de mayor capacidad de combate y mayor autonomía y la necesidad de
desarrollar los medios técnicos para dotarlos de más eficacia; tampoco Hitler
supo aprovechar las fuerzas existentes, desviándolas en muchas ocasiones de sus
objetivos prioritarios que era el de actuar como bloqueo a los abastecimientos
Aliados. En un extenso informe de fecha 21 de junio de 1942, el Almirante Karl
Döenitz manifiesta: “…El Führer ha ordenado a un grupo de submarinos operativos
se mantengan a disposición para un
posible desembarco en Madeira y las Azores. Esto hace grandes exigencias en la
conducción de la guerra submarina. Yo he expresado mis puntos de
vista sobre este asunto al Estado Mayor de Guerra Naval de la siguiente manera:
1)
La más importante y, en mi opinión, la función decisiva
de los submarinos es hundir tonelaje enemigo y, en vista de que el enemigo se está
involucrado en un mayor programa de
construcción de nuevos barcos para el próximo año, ha de hundirse el mayor tonelaje enemigo rápidamente…
Más
adelante continua señalando en su informe que: “…Con tan pocos barcos disponibles,
sería particularmente grave retirar cualquier otro en la actualidad, debido a que
las condiciones de ataque en el Caribe, en el momento actual son muy buenas y se
deteriorarán en un futuro próximo, cuando se detenga y desvíe el tráfico, montado
en convoyes…” Y continúa en otro párrafo: “… el
B.d.U. también considera que es
extremadamente urgente resolver estas cuestiones rápidamente, porque es
importante hundir la mayor cantidad en
1942, antes de que el enemigo aumente sus defensas y sus nuevas construcciones navales
reduzcan el efecto de la guerra submarina…”(4)
En plena campaña del
Caribe, el Führer decidió desviar parte de las fuerzas submarinas disponibles
hacia el norte de África, de esta forma 36 u-boats fueron desplegados en el
Mediterráneo, mientras que sólo 13 quedaban operativos en el Atlántico.
A finales de 1942, la
Flota submarina alemana disponía de 350 unidades, pero en la práctica sólo 95
estaban operativas y de estas sólo 25 permanecían como promedio operando en la zona del Atlántico. Cuando Alemania concentra su
esfuerzo bélico en la conquista de la URSS, que requería de un enorme despliegue
en hombres, material de guerra y combustible, esto perjudicó sensiblemente el
Programa previsto de construcción de submarinos.
Hitler cometió muchos errores tácticos que resultaron determinantes.
Hitler había cometido
muchos errores que resultaron determinantes, había calculado mal la respuesta
de Inglaterra a su agresión, subestimó el papel de la guerra submarina en el
ya mencionado Plan Z donde dió prioridad a la construcción de buques de
superficie. Cuando se agudiza el conflicto bélico, los astilleros ya no pueden hacer frente de forma eficiente a la
reparación de los submarinos dañados y a la construcción de los nuevos, pues no
se disponía del personal técnico en las cantidades necesarias, existían grandes
dificultades en la entrega de materiales y partes necesarias para su
terminación, todo ello agravado por las constantes incursiones
aéreas de la Royal Air Force que entre sus marcados objetivos, había fijado
el hostigamiento constante de los astilleros alemanes.
Cuando lo Aliados
comienzan a suministrar un mayor número de embarcaciones y aeronaves dotadas de
capacidad antisubmarina y con métodos
más desarrollados de detección, las pérdidas de mercantes comienzan a
disminuir; es entonces cuando Alemania decide desplegar parte de sus u-boats
disponibles más hacia el sur, en las proximidades de las costas brasileñas.
Uno de los elementos
que jugó un papel nefasto en desenvolvimiento de la guerra submarina fue el
lento desarrollo de innovaciones tecnológicas para introducirlas en sus
unidades y el mayor esfuerzo se centró en dar respuesta a los avances
introducidos por Aliados y desarrollar contramedidas; cuando los aviones aliados son dotados de radares, la
Unterseeboot respondió con lentitud; cuando los ingleses alteraban la frecuencia .de sus radares los
alemanes tardaban en responder tecnológicamente. Es cierto que se hicieron
algunos esfuerzos notables por parte del Mando Alemán, pero en sentido general,
las innovaciones a sus submarinos estuvieron fundamentalmente dirigidas a
ampliar su radio de acción y aumentar sus dimensiones, aunque en realidad se
habían desarrollado estudios sobre nuevos equipos, torpedos etc. , estos
tardaban en fabricarse, introducirse en las embarcaciones y en ponerse a prueba
(muchos, incluso jamás fueron examinados en “bancos de prueba” o en polígonos),
este retraso se contradecía con la velocidad con que Estados Unidos e
Inglaterra introducían sus constantes innovaciones y contramedidas.
El gigantesco Plan de construcción de cargueros (Liberty) dió a traste con los intentos de Alemanía de asfixiar a los Aliados.
De haber dispuesto la
Flota submarina de Alemania de una cantidad adecuada de nuevos submarinos con
introducción de nuevos armamentos que hubieran sido capaces de multiplicar las
pérdidas de sus “enemigos”, ello hubiera
colapsado la industria norteamericana por falta de recursos, dejando a
Inglaterra desprovista del combustible necesario para responder a los ataques de
la Luftwafe; con un programa previo de
construcción de submarinos de largo alcance provisto de los elementos técnicos
necesarios y un armamento de vanguardia,
el curso de la Batalla del Atlántico, la del Caribe en particular y por
extensión, el conflicto en general hubiera sufrido un cambio a favor de
Alemania difícil hoy de predecir con exactitud y en toda su dimensión. Una vez
más se pone de manifiesto, que la concentración de todo el poder militar en un
solo hombre, puede influir en las
decisiones de sus mejores estrategas y conducirlos a la comisión de todo tipo
de torpezas tácticas y eso, precisamente ocurrió en caso de la Batalla del
Caribe.
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Fuentes:
*Gómez Alvarez, Maximino; "El Incidente 3208: hundimiento del U-176".
(1)NARA, National Archives and Records Administration, Washington. “Guides to the Microfilmed Records of the German Navy, 1850-1945. Records Relating to U-boat Warfare, 1939-1945”: BUp Diario de Guerra. 10 de diciembre de 1941. VI Generales; número PG-30301A, número de Rodillo 4063
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Fuentes:
*Gómez Alvarez, Maximino; "El Incidente 3208: hundimiento del U-176".
(1)NARA, National Archives and Records Administration, Washington. “Guides to the Microfilmed Records of the German Navy, 1850-1945. Records Relating to U-boat Warfare, 1939-1945”: BUp Diario de Guerra. 10 de diciembre de 1941. VI Generales; número PG-30301A, número de Rodillo 4063
(2)NARA, National Archives and
Records Administration, Washington. “Guides to the Microfilmed Records of the German
Navy, 1850-1945. Records Relating to U-boat Warfare, 1939-1945”: BUp Diario de
Guerra. 13 de marzo de 1942.
Generales; número PG-30305Aª, número
de Rodillo 3979.
(3)NARA, National Archives and
Records Administration, Washington. “Guides to the Microfilmed Records of the German
Navy, 1850-1945. Records Relating to U-boat Warfare, 1939-1945”: BUp Diario de
Guerra. 31 de mayo de 1942.Generales; número PG-30307B, número de
Rodillo 3979.
(4)NARA, National Archives and
Records Administration, Washington. “Guides to the Microfilmed Records of the German
Navy, 1850-1945. Records Relating to U-boat Warfare, 1939-1945”: BUp Diario de
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