ESPIONAJE
Y COMBUSTIBLE, LA HISTORIA OCULTA
Por Maximino Gómez Álvarez
Este
trabajo está inscrito en el Registro General de la Propiedad Intelectual
de España con el número M-008568/2010. Para la reproducción parcial o total del
presente trabajo deberá acreditarse debidamente la fuente: MAXIMINO GÓMEZ
ÁLVAREZ, “EL
INCIDENTE 3208: hundimiento del U-176”.
Nota Importante: Como podrá observar el lector, en el presente artículo se ha realizado un esfuerzo serio por demostrar con testimonios documentales los hechos narrados en él; nada más lejos de nuestra intención que la especulación y el sensacionalismo, y por el contrario, el propósito ha sido incursionar en un aspecto revelador de los acontecimientos, desde una postura objetiva y lógica, algo que muchas veces resulta extremadamente complicado para un historiador, en casos como el que nos ocupa. La utilización de fuentes orales ha sido abordada desde el análisis y la contrastación en la medida en que ello ha sido posible, sabedores de los riesgos que entrañan dichas fuentes; no obstante, resulta imposible dejarlas de tener en cuenta, a pesar de lo apuntado, porque forman parte en sí mismas de una forma de registro de lo acontecido. Las actividades clandestinas, muchas veces suelen ser “documentalmente invisibles”; es un hecho irrefutable. Asistimos a una época, donde adquiere especial relevancia asuntos como el terrorismo, cuya “guerra” se planifica desde la oscuridad y el secretismo más absoluto, incluyendo la figura de lo que hoy denominamos “lobos solitarios”, que actúan o intentan hacerlo sin dejar rastro, lo que en un futuro, sin lugar a dudas, obstaculizará su abordaje y estudio por los investigadores y estudiosos, y que no dejará de constituir un reto monumental. Algo similar ocurre en este caso. Esperamos que estas reflexiones, sean tenidas en cuenta a la hora de enjuiciar lo que aquí se expone. Muchas Gracias.
Las presencia y actividad de los u-boats alemanes en el
Caribe y Golfo de México se fue incrementando cada vez más, los éxitos obtenidos
por estos habían creado una enorme preocupación en los británicos, el propio
Primer Ministro Wiston Churchil[1], seguía de muy cerca la evolución de
la guerra submarina, que ya no sólo se centraba en el Atlántico norte, sino que
se había movido hacia el sur y pronto abarcaría una amplia zona que envolvía
las principales rutas de tránsito de mercantes; las pérdidas comenzaron a ser
enormes, la mayoría de los mercantes jamás alcanzaban sus puertos de destino.
El Premier
Británico en un cablegrama enviado a Franklin D. Roosevelt, Presidente de los Estados Unidos
manifestaba: “Me siento profundamente
preocupado por la enorme cantidad de hundimientos de petroleros al oeste del
meridiano 40 y en el Mar Caribe. La situación es tan grave que es necesaria una
acción drástica de algún tipo”[2].
La famosa batalla por la
construcción de los cargueros denominados Liberty[3],
constituyó una enorme epopeya por el mantenimiento del tráfico de mercancías
con destino a las fuerzas aliadas; aquellos mercantes se fabricaban a una
velocidad asombrosa, la tarea era disponer de buques para sustituir
inmediatamente a los que resultaban hundidos, incluso llegar a un número
superior a los hundidos. A finales de 1941 se habían construido unos treinta
buques de esta clase, dichas construcciones se fueron acelerando, llegándose a
concluir algunos de ellos en menos de veinte días; hubo casos realmente
asombrosos, como el de la construcción del Robert Peary,
realizada en 4 días y 15 horas, un auténtico record. Los alemanes
conocían de este titánico esfuerzo, pero subestimaron la capacidad de
respuesta, en especial la del gigante norteamericano, atribuyendo las
expectativas norteamericanas a pura propaganda bélica como lo demuestra este
informe brindado por Döenitz:
“… La construcción de una conexión
de línea de tubería de petróleo por tierra, tomaría mucho tiempo y no podría
obtener los mismos resultados que dicho transporte por vía marítima. También el
transporte del suministro de petróleo que ahora se transporta por mar no puede
ser transportado en la misma medida por vagones-cisterna de ferrocarril. Por
otra parte, un cambio en la utilización de carbón como combustible en la
industria norteamericana no es viable. Aun y cuando los americanos disminuyan
la demanda total y limiten considerablemente su uso privado, el hundimiento de
los buques cisterna tendrá unas consecuencias que afectarán a la industria
norteamericana del oeste y también a las nuevas construcciones. La carrera
entre la construcción de buques por el enemigo, frente a la de los u-boat, en
mi opinión, es nada esperanzadora. El plan de construcción en América, Plan 28,
para el período comprendido entre el otoño de 1939 y finales de 1943 se compone
de 2.289 los buques con un arqueo total de 16,8 millones de toneladas de
registro bruto. De esos, 191 buques con un tonelaje total de 1,5 millones de
toneladas de registro bruto, que se han completado hasta el 31 de diciembre de
1941. De acuerdo con esto, los americanos deben completar su plan de
construcción para los años 1942/43 con el siguiente tonelaje: 2.098 buques con
un arqueo total de aproximadamente 15,3 millones de toneladas de registro
bruto. Si consideramos, que de estos se pueden construir en 1942, 6,5 millones
de toneladas de registro bruto y en 1943 8,7 millones de toneladas de registro
bruto, y añadimos a esto la producción potencial de Inglaterra y el
Commonwealth, que asciende a 1,6 millones de toneladas de registro bruto,
entonces, la producción del enemigo en 1942 equivale a 8,2 millones de
toneladas de registro bruto, y en 1943 alrededor de 10,4 millones de toneladas
de registro bruto. Eso significa una vez más, que habría que hundir 700.000
toneladas al mes en 1942 con el fin de mantener e incluso exceder en pérdidas
el número de nuevas construcciones; excederles significaría pérdidas para el
enemigo. Estamos ya, sin embargo, hundiendo 700.000 al mes, es decir, Alemania,
Italia y Japón con sus submarinos, Fuerzas Aéreas, las embarcaciones de
superficie y minas. Ya entonces, hay una disminución en el tonelaje enemigo a
todos los efectos. Además, las cifras de construcción dadas por el enemigo en
muchas ocasiones son cifras dadas para lograr un efecto propagandístico, al
objeto de su plan de construcción. Nuestros expertos dudan que estas cifras se
alcancen…”[4]
.
Los alemanes como ya se ha comentado, poseían la enorme
ventaja de disponer de información detallada sobre movimientos de buques en el
área del Caribe, la cual era suministrada con gran precisión por las redes de
espionaje que habían establecido en el continente americano y con las cuales
habían logrado diseminar centenares de agentes; esta información era vital para
el éxito de dichas operaciones. Al disponer el Mando Naval alemán de datos
precisos sobre los movimientos de los cargueros, sus horas de salida,
itinerarios etc., ello servía en no pocas ocasiones, también, para evitar
errores al atacar embarcaciones de naciones “amigas”, como lo demuestra el
aviso cursado por Döenitz gracias a la información detallada recibida de
la Abwerh:
“Siguiendo instrucciones del
personal de Operaciones Navales, se han cursado las siguientes órdenes a las
embarcaciones: Las Antillas francesas y la Guayana Francesa
son fieles a Vichy. Los buques “Angaulema”,
“Guadalupe “, “Daumal”,
“Santo Domingo”
y el petrolero “Borgoña”, por lo tanto, una vez más son autorizados a llevar
suministros a esas posesiones desde los Estados Unidos. Hoy o mañana los
primeros buques dejan las Antillas. No molestarles”[5].
Carguero del tipo Liberty, resultado de una colosal hazaña constructiva, 2.751 carguero de este tipo llegaron a se botados.
SS Jeremia O´Brien, testimonio vivo de la hazaña construcctiva de los Liberty.
Una de las redes de espionaje alemanas fue establecida en
Cuba por el Comandante de la Abwehr Heinz August
Adolf Sirich Küning, agente A-3779, un controvertido
personaje[6], quien el 29 de Septiembre de 1941
había arribado a la Isla
a bordo del buque de pasajeros Villa de Madrid y que con la fachada de un
comerciante hondureño nombrado Enrique Augusto Luni, no tardó en establecer el centro
de su actividad conspirativa, en la habitación de la Casa de Huéspedes de la calle
Teniente Rey nº 366 en la Habana, en donde había
fijado su residencia. Su misión, como se compró más tarde en el juicio que se
le siguió en la causa Nº 1366 por delito de espionaje y por el que finalmente
fue condenado a muerte, consistía en la recopilación de información económica,
militar y estratégica, al tiempo que suministraba información sobre las rutas
de mercantes, sus embarques y destinos, lo que era utilizado por las fuerzas
submarinas alemanas para llevar a cabo sus acciones exitosas en el hundimiento
de los transportes de mercancías. Este agente para la realización de su labor
de espionaje utilizaba la información que lograba sustraer magistralmente de
boca de oficiales y marineros tanto de la Marina Mercante
como de Guerra de la
República de Cuba, así como de funcionarios de
aduanas y de empleados gubernamentales con los que había logrado trabar
amistad, y hasta de prostitutas con las cuales contemporizaba en sus salidas
nocturnas por los bares y prostíbulos cercanos al puerto habanero. El agente
Küning, también conocido como Luni, disponía además de un grupo de
subordinados dentro de la Isla
y de diversos enlaces en diferentes países iberoamericanos de los cuales
recibía apoyo financiero y técnico; no obstante, toda la actividad de Luni no pudo ser
revelada en detalles por las fuerzas y cuerpos de seguridad cubanos y
por los agentes de SIS-FBI y el MI6, debido a que la detención se
produjo sin haberse acometido un profundo y bien planificado trabajo de
investigación y haber agotado todos los mecanismos que condujeran a la
desarticulación de la red operada por éste espía; aquí está presente uno de los
episodios más sórdidos de esta historia, pues la detención de agente Luni se produjo pese a la opinión contraria de
algunos oficiales de inteligencia que
habían trabajado en el caso. La tarea de desmantelar la red de Luni fue subordinada a las ansias de protagonismo
de algunos personajes como el General Manuel Benítez[7], Jefe de la policía cubana, sobre el
que luego se revelarían sospechas sobre su complicidad con el enemigo. En
varios informes desclasificados del FBI y hechos públicos en Internet en la web
Smoking Gun, se observan aspectos relacionados
con las actividades del escritor norteamericano Ernest Hemingway[8]
en la recopilación de información, a través de la labor realizada por la Crook
Factory[9],
una suerte de agencia secreta creada por el propio escritor (el estado mayor del
Crook Factory, fue establecida por Hemingway en su propio hogar de la Finca Vigía, situado
en el poblado de San Francisco de Paula); en dichos informes y documentos, se
ponen de manifiesto las sospechas más que fundadas del escritor, sobre la
complicidad de Benítez en ciertas actividades inculpatorias de
colaboración con el enemigo[10].
Feretros con los cuerpos de marinos mercantes cubanos muertos durante un artero ataque de un u-boat, son conducidos en hombros por sus camaradas.
Espia alemán Heinz August Lüning o Luni, descubierto por la acción combinada del S.I.A.E. cubano, el F.B.I. y el MI6.
Espia alemán Heinz August Lüning o Luni, descubierto por la acción combinada del S.I.A.E. cubano, el F.B.I. y el MI6.
El espia Luni junto al transmisor de radio que le fuera ocupado en su domicilio.
El espia capturado, rodeado de fuertes medidas de seguridad.
El espia frente al Tribunal de la cuasa 1366, que le juzgó y condenó a muerte.
Pasaporte hondureño del espia Heinz August Lüning.
Según se desprende de ciertas indagaciones, la red
establecida por Luni contaba con 6 agentes dentro del país y estos
a su vez disponían de una serie de contactos y colaboradores. Una de las
labores más significativas ejecutadas por la red de Luni, lo constituyó su participación en
la organización de los denominados “grupos de apoyo”, destinados a labores de
auxilio, entre ellas, las dirigidas a los u-boats que operaban en aguas del
Caribe. Estos grupos y las misiones desarrolladas por ellos, tenían la
finalidad, en el caso concreto de los submarinos, de brindar soporte a
cualquier tarea relacionada con el auxilio de dichas embarcaciones y sus tripulaciones,
fundamentalmente en lo concerniente al suministro de alimentos y medicinas,
auxilio médico y en menor medida, y de forma excepcional, el abastecimiento de
combustible o algún tipo de reparación menor. Según informaciones brindadas por
un antiguo miembros de estos grupos, desde 1941 y hasta 1944 se llevaron a cabo
una veintena de misiones de este tipo y se realizaron, al menos que se
conozcan, dos operaciones quirúrgicas en hospitalitos de campaña, uno de estos,
camuflado como horno de carbón, enclavado, según estas mismas informaciones en
la finca La Niña, al norte de la Provincia de
Camagûey, donde además, se trataron otras enfermedades de algunos tripulantes.
En lo relativo al suministro de combustible, parece que se ejecutó alguna
operación de este tipo, en momentos puntuales en los que no se podían disponer
del servicio de las naves nodrizas conocidas como “milch kühe” o por cualquier eventualidad como
roturas, gravedad de algún tripulante etc. Ya los alemanes habían diseñado un
sistema alternativo para afrontar lo relativo al suministro de combustibles,
este sistema consistía en la fabricación de enormes depósitos cuadrados con un
sistema de lastre; dichos recipientes podían almacenar toneladas de
combustibles y luego se sumergían en diferentes puntos cercanos a la costa; es
probable que el llenado de los mismo se realizaran, en algunos casos, por
submarinos cisternas, las ya mencionadas “vacas lecheras”, pero en otros casos, los más,
fueron ejecutados, trasladando dicho combustible en goletas habilitadas por los
colaboradores de las distintas redes con matrículas de Key West y de Santo
Domingo respectivamente, que habían sido financiadas
con dinero de las propias redes y de la Falange. Estas misiones se realizaban con
la utilización de tripulaciones cubanas, españolas, dominicanas y de otras
pequeñas naciones caribeñas, con la sola excepción de los hombres ranas,
presumiblemente alemanes, cuya misión era activar los sistemas de lastre para hacer
emerger los enormes recipientes y sumergirlos una vez llenos. De estos
dispositivos fueron sumergidos un número importante en las proximidades de las
costas cubanas y de la Florida, aunque la existencia de dichos dispositivo se
mantuvo en secreto después de finalizada la contienda y hasta hace muy poco
tiempo. Las fuerzas navales norteamericanas lograron obtener información sobre
estos ingeniosos depósitos y dispusieron su destrucción en absoluto secreto; el
propio Norberto Collado Abreu[11],
operador de sonar del CS-13 que puso fuera de combate al U-176, ya licenciado de la armada
cubana, fue llamado en 1946 al Estado Mayor de la Marina de Guerra y allí, en
el Departamento de Operaciones Navales, le propusieron colaborar de forma
voluntaria como operador de sonar en la localización de un “submarino” al norte
de la Provincia de Pinar del Río (Cuba). Días después zarpaba a bordo de
un caza submarino norteamericano y un guardacostas cubano; alcanzada la posible
posición del supuesto submarino en Punta Gobernadora, se inició el rastreo
sonoro; días después de incesante labor fue localizado un objeto metálico, que
según el testimonio del propio Norberto Collado: “…Cuando le di los cortes y le tomé la anchura, comprobé que podía ser
cualquier cosa menos un submarino, a pesar del sonido metálico …”[12], Como pudo comprobar poco después el propio Collado por boca de la oficialidad norteamericana, se
trataba en realidad de uno de los enormes depósitos de combustibles sumergidos
por los alemanes en las costa cubanas. Finalmente con la ayuda de buzos de la
armada norteamericana, se colocaron varios cientos de kilos de dinamita, las
que se hicieron detonar más tarde y con los cuales se destruyó dicho depósito[13]. Más de media docena de estos tanques
de aprovisionamiento de combustible fueron destruidos por la marina
norteamericana en la costa norte de Cuba y sur de la Florida. Norberto Collado en sus
memorias publicadas bajo el título “Collado
Timonel del Granma”, hizo públicas por primera vez fotos del momento de la
voladura de uno de estos depósitos.
Existen insinuaciones en
torno a estos depósitos, se ha llegado a especular que el combustible era
suministrado por compañías norteamericanas a espaldas del gobierno como parte
del pacto existente entre la Estándar Oil y los nazis, dicha afirmación aunque no exenta
de polémica, no resulta en modo alguno totalmente descabellada. En el artículo
publicado por la destacada investigadora y periodista alemana Gaby Weber
titulado: The secret pact of Standard Oil
with the Nazis or: why did Adolf Eichmann have to disappear?, se muestran
importantes revelaciones acerca de las negociaciones llevadas a cabo por la Standard Oil y el Deutsched Bank, para lograr el ascenso de Adolf Hitler al poder y con ello la compañía petrolera
poder hacerse con el petróleo de la región de Bakú en el Cáucaso, a cambio de
lo cual prometía suministrar combustible al régimen nazi. En dicho artículo se
detalla de forma documentada las operaciones de suministro de combustible al
III Reich a espaldas del gobierno norteamericano. La periodista Weber señala
que:
“… En 1927, la Standard Oil y la IG Farben fundaron la empresa "Standard IG Farben", su Presidente lo fue William Farish distribuidor de petróleo de Texas. La Standard suministró a IG Farben las patentes para el proceso de hidrogenación del carbón, al tiempo que los alemanes le brindaron sus patentes para la fabricación de caucho sintético. Esta alianza no fue bien vista por el Gobierno de los Estados Unidos, en especial con la entrada en la guerra, después del ataque a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941. Los funcionarios recordaron la existencia de una antigua ley, la de "el comercio con el enemigo", y se abrió una investigación formal contra la Standard Oil. La acusación fue que la empresa escondió patentes de los EE.UU. a la Armada y se suministraba combustible a los submarinos alemanes (el subrayado es del autor). John D. Rockefeller dijo que no era consciente de ello y Farish fue absuelto de los cargos de conspiración criminal, con los nazis. En marzo de 1942, el Pentágono suplicó el Presidente Roosevelt poner fin a la investigación, so pretexto de proteger la producción y el abastecimiento de petróleo. Roosevelt estuvo de acuerdo. La empresa pagó una multa de 5.000 dólares y se comprometió a detener el suministro de combustible a los enemigos…” -más adelante continua la periodista señalando en su artículo que: “…Farish se vio obligado a comparecer ante un Comité Especial del Senado de los EE.UU. para la investigación del Programa de la Defensa Nacional, presidida por el senador Harry Truman, quien llamó de "traición", al comportamiento de Standard Oil … el principal problema para Alemania en el ataque a la Unión Soviética fue la necesidad de combustible para los tanques y aviones. Gracias a las patentes de la Standard Oil, los alemanes podrían producir su propio combustible a partir de carbón, pero esto no era suficiente. La campaña del Cáucaso duró cinco meses y medio. Desde mediados de 1942, cuando en los EE.UU. la Standard Oil sufrió la investigación oficial y la Audiencia en el Senado, el ejército alemán comenzó a sufrir la falta de combustible. En enero del 43, la derrota fue completa. Los grandes del petróleo, americanos y británicos, aliados de los nazis no podían cumplir su parte del pacto: el suministro de combustible…”
“… En 1927, la Standard Oil y la IG Farben fundaron la empresa "Standard IG Farben", su Presidente lo fue William Farish distribuidor de petróleo de Texas. La Standard suministró a IG Farben las patentes para el proceso de hidrogenación del carbón, al tiempo que los alemanes le brindaron sus patentes para la fabricación de caucho sintético. Esta alianza no fue bien vista por el Gobierno de los Estados Unidos, en especial con la entrada en la guerra, después del ataque a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941. Los funcionarios recordaron la existencia de una antigua ley, la de "el comercio con el enemigo", y se abrió una investigación formal contra la Standard Oil. La acusación fue que la empresa escondió patentes de los EE.UU. a la Armada y se suministraba combustible a los submarinos alemanes (el subrayado es del autor). John D. Rockefeller dijo que no era consciente de ello y Farish fue absuelto de los cargos de conspiración criminal, con los nazis. En marzo de 1942, el Pentágono suplicó el Presidente Roosevelt poner fin a la investigación, so pretexto de proteger la producción y el abastecimiento de petróleo. Roosevelt estuvo de acuerdo. La empresa pagó una multa de 5.000 dólares y se comprometió a detener el suministro de combustible a los enemigos…” -más adelante continua la periodista señalando en su artículo que: “…Farish se vio obligado a comparecer ante un Comité Especial del Senado de los EE.UU. para la investigación del Programa de la Defensa Nacional, presidida por el senador Harry Truman, quien llamó de "traición", al comportamiento de Standard Oil … el principal problema para Alemania en el ataque a la Unión Soviética fue la necesidad de combustible para los tanques y aviones. Gracias a las patentes de la Standard Oil, los alemanes podrían producir su propio combustible a partir de carbón, pero esto no era suficiente. La campaña del Cáucaso duró cinco meses y medio. Desde mediados de 1942, cuando en los EE.UU. la Standard Oil sufrió la investigación oficial y la Audiencia en el Senado, el ejército alemán comenzó a sufrir la falta de combustible. En enero del 43, la derrota fue completa. Los grandes del petróleo, americanos y británicos, aliados de los nazis no podían cumplir su parte del pacto: el suministro de combustible…”
En realidad, uno de los problemas más acuciantes que
confrontó Alemania para llevar adelante la guerra fue el suministro de
petróleo, materia prima de primordial importancia para poder producir los
combustibles que le eran necesarios para mover su poderosa maquinaria bélica.
Si bien es cierto que para 1940, el III Reich controlaba la producción
petrolera europea, en los años siguientes, esta realidad iría cambiando de
forma radical. Al principio de la guerra, Alemania disponía, además de
combustible obtenido de la explotación dentro de su propio territorio, y que
alcanzaba la cifra de 68.000 barriles diarios, la que recibía de otros países.
De esta forma, obtenía 151.600 barriles diarios procedentes de Francia, 57.000
de Italia, así como, 12.000, 10.000 y 1.200 obtenidos de Dinamarca, Austria y
Noruega respectivamente. Para 1943, el principal proveedor de combustible de
Alemania pasó a ser Rumania, nación que suministraba al régimen nazi, gran
parte de los 172.000 barriles diarios que consumía este país. Durante 1943,
Alemania había aumentado su producción, a través de la fabricación de cerca de
129.700 barriles diarios de combustible sintético.
Luego de la batalla de Stalingrado, y con el cada vez más
creciente avance soviético, el ejército rojo cortó parte de los suministros
recibidos por Hitler procedente del exterior, fundamentalmente de
Rumania, que constituían cerca del 68% de los mismo, por lo que a partir de
entonces Alemania tuvo que enfrentar la carencia de combustible que con
frecuencia frenaba, cuando no paralizaba, sus intentos de contraofensiva y avance
en los distintos frentes. Durante los dos últimos años de la guerra, el transporte
de combustible procedente de Rumania, en especial de las refinerías de Ploesti,
se hizo cada vez más difícil, pues estos traslados eran blancos constante de
los Aliados. Inglaterra procedió al minado sistemático de las aguas del
Danubio, vía fluvial de vital importancia en el transporte de combustible en
los meses de primavera, verano y otoño, puesto que durante el invierno sus
aguas se congelaban, utilizándose entonces la opción de transporte por
ferrocarril, el cual por su parte era sometido a constantes bombardeos de la
aviación Aliada, provocando así, enormes pérdidas, cuando no importantes
retrasos en su entrega a las diferentes ejércitos. La Unterseeboote Flotille
fue una de las armas que sufrió más de dicha carencia de combustible; Döenitz se vio obligado a enfrentar grandes recortes
en los suministros y a establecer drásticas medidas de racionamiento para poder
mantener activo sus u-boats. De ahí, que desde los primeros momentos de la
guerra, la obtención de combustibles por vías alternativas para el suministro
de dicha arma, siempre estuvo dentro de sus posibilidades tácticas objetivas;
no es de extrañar que la Standard Oil o cualquiera otra fuente hubieran estado
implicadas en la colocación de los “famosos depósitos” sumergibles que luego
fueron destruidos sin dejar huellas.
Una de las misiones que cuenta con más información, testimonial
es la referida al auxilio del U-158[14]
comandado por Erwin Rostin[15]
y llevada a cabo por los denominados “grupos de apoyo”, y a pesar de lo poco
difundido de esta operación, existen informaciones que aseguran que a dicha
embarcación le fue suministrada agua, alimentos y combustible, además de haber
recibido atención médica en tierra algunos de sus tripulantes[16].
En este caso concreto, se abasteció al submarino de combustible que fue
extraído de una refinería de petróleo al sureste de la Bahía de la Habana y
trasladado en un vehículo cisterna desde la capital de la Isla hasta la costa
norte de la Provincia de Camagüey[17]; éste operativo, probablemente uno de
los primeros, contó con un alto grado de improvisación para su ejecución. De
acuerdo a los datos obtenidos igualmente de un informante, este afirman que
entre los submarinos alemanes que recibieron algún tipo de asistencia o
sostuvieron algún tipo de contacto con los “grupos de apoyo” en territorio
cubano o cercano a el, se encontraban el U-158
como ya se ha mencionado, así como el U-67, U-129, U-157, U-166, U-176, U-507 y existen sospechas fundadas, de que el U-658 y U-753 igualmente sostuvieron contactos de algún tipo
en la Isla o en aguas cercanas a esta.
Dº Alfredo Pérez Matos[18];
es un informante que asegura haber participado de forma directa en dos
operaciones de apoyo a u-boats, la
primera a principios de agosto de 1942, en la que se prestó auxilio a un
comandante de un u-boat que había sufrido de un ataque de apendicitis. A la
embarcación, que había estado operando en la costa norte de Cuba y que se encontraba en ese momento en aguas de
la zona central de la Isla, se le indicó que penetrara en un lugar próximo a la
costa, lo suficientemente abrigado en donde fue desembarcado y trasladado dicho
comandante en compañía de un oficial y dos marineros. Conducido hasta una
hacienda cercana, el oficial fue sometido a una intervención quirúrgica en un
improvisado y clandestino hospitalito y que dicha intervención fue realizada
por un prestigioso cirujano de la “Quinta Benéfica”[19].
Aunque al informante no se le permitió entonces entrar en contacto directo con
los alemanes, recuerda el comentario de que estos estaban eufóricos, porque dos
días antes habían logrado hundir un destructor en aguas del Paso de los
Vientos. Recuerda, además, la constante preocupación de aquellos, por marcharse
cuanto antes, ya que tenían previsto que su nave fuera aprovisionada en alta
mar, pues no disponían de la cantidad suficiente de combustible para regresar a
su base. Este autor intentó insistentemente, como siempre, hallar alguna prueba
o indicio de estos hechos, como de otros y hemos encontrado algunos datos
curiosos. A través de los informes correspondientes al U-134 comandado por el Capitán Rudolf Schendel, se ha podido conocer que el día 30 de Julio de
1942, dicho submarino que se encontraba operando en aguas próximas a Cuba, solicitó a su mando regresar a la
base por problemas con el combustible; sin embargo, éste le ordenó que
continuara operando en el Paso de los Vientos, zona oriental de la Isla y en los días sucesivos continuó su misión en
la costa nororiental de Cuba. El día 6 de agosto, informa por
radio haber hundido, el 4 de ese mismo mes, al buque Egar, un destructor de la clase Gleavest y transmite la necesidad de regresar a la base
por enfermedad de su Capitán; no obstante, permanece en aguas próximas a Cuba y es aprovisionado de combustible el 13 de
agosto, junto al U-217 y U-164 por el U-463 y no regresa a su base, en La Palice, Francia,
hasta el 1º de septiembre, prácticamente un mes más tarde de reportar la
gravedad de su Capitán. Lo que apuntamos
a continuación puede, sin dudas, tratarse de una coincidencia, (el Comandante
Rudolf Schendel sobrevivió a la guerra, murió en 1970 y que
conozcamos, jamás se pronunció sobre estos hechos); pero se sabe que
efectivamente, Rudolf Schendel fue operado de apendicitis en el verano de
1942. ¿Dónde? Se desconoce con exactitud.
Según testimonios de un integrante de los “grupos de
apoyo”, en no pocas ocasiones, sus miembros trasladaron suministros hasta alta
mar en pequeñas embarcaciones pesqueras y abordaron los submarinos descansando
y departiendo con las tripulaciones en la cubierta de dichas naves, algo que
reafirmara el ya mencionado Pérez Matos[20]
durante una entrevista realizada en La
Habana, que por su interés reproducimos a continuación: “…ese día había llegado tarde a
mi hogar de la calle Luz en la Habana Vieja y allí me estaba esperando
Primitivo un joven natural de la Coruña,
por el que supe que tendríamos que salir a una misión de
auxilio,…hicimos el viaje en una camioneta de reparto de la compañía Café Regíl,
que previamente habíamos cargado de comida y medicinas, estas últimas
procedentes de la Quinta Benéfica y facilitada por el Dr. Sánchez Salgado…
–más adelante puntualiza-…salimos del
puerto de Tarafa a bordo de la goleta Magdalena con nuestro cargamento,
navegando durante cuatro días en un perímetro de varias millas y fingiendo
estar faenando para no levantar sospechas, al cabo de lo cual, una madrugada
fui despertado de súbito y al salir a cubierta, pude ver a escasos metros
una enorme embarcación; era un
submarino, de donde se había despachado un bote para transportar la carga de
una embarcación a la otra. Cuatro de los hombres que viajaban a bordo de la
goleta y a los cuales había visto por primera y última vez en mi vida,
permanecieron a bordo del submarino hasta las primeras luces del día…esto ocurrió en los primeros días de mayo de
1943...”.
Esta misión donde el informante Alfredo López Matos asegura
haber participado, consistió, como se ha visto, en una operación de apoyo
logístico a un u-boat en los primeros días de mayo de 1943, al norte de la
provincia de Camagüey, en donde cuatro de los miembros de su grupo, subieron a
bordo de la embarcación submarina alemana para descargar vituallas,
permaneciendo largo tiempo después departiendo con la tripulación del submarino.
Llama la atención el hecho probado de que, desde el día 2 de mayo y hasta el 15
del mismo mes de 1943 en que resulta hundido, el U-176 permaneció moviéndose en
una reducida franja de mar muy próxima a la costa cubana entre las provincias
de Camagüey y Matanzas, manteniéndose prácticamente de forma estacionaria en
dicha zona, sin que haya realizado ningún reporte a su centro de mando durante
ese periodo de tiempo, según puede comprobarse fehacientemente en la copia del “log
book” de dicha embarcación perteneciente al Mando Submarino que se conserva
actualmente en los archivos y del que este autor posee copia fotográfica del original.
El 13 de mayo de 1943, el U-176 torpedeaba los buques
tanques Nikeliner y Mambí de banderas norteamericana y cubana respectivamente.
En las declaraciones hechas en la época por uno de los sobrevivientes del
Mambí, su telegrafista, Sr. Emilio González Coya, explicaba cómo, después de saltar
de la cubierta del buque con un salvavidas de corcho, pudo observar como el
submarino atacante encendía unos potentes reflectores dirigiendo el haz de luz
hacia el lugar del hundimiento; poco después oyó algunos disparos de armas
ligeras y a continuación pudo observar y oír como uno de los marineros del
submarino desde la cubierta y con el uso de un altoparlante comenzó a gritar
improperios en perfecto castellano, repitiendo una y otra vez: “cubanos comemierdas”, una expresión ofensiva
muy criolla utilizada por los isleños. No deja de resultar, por lo menos curiosos,
el hecho de que uno de los tripulantes de la nave alemana hablara perfectamente
el castellano con acento cubano y mucho menos que utilizara expresiones de
auténtico uso local.
El análisis de todo lo narrado en los párrafos anteriores,
nos aporta una serie de elementos que resultan muy interesantes, a la vez que
polémicos:
a) Las fechas de la operación en que participo el
informante, coinciden plenamente en tiempo, con las correspondientes a la permanencia
del U-176 en aguas cubanas próximas a la costa.
b) Durante el periodo de tiempo analizado, entre el 2 y el
15 de mayo de 1943, ningún u-boat, a excepción del U-176, estuvo presente en la
referida zona.
c) Si bien no era común que entre las tripulaciones de los
submarinos alemanes existieran tripulantes con dominio del idioma inglés, como
lo demuestran los innumerables interrogatorios realizados por los aliados a los
tripulantes de los u-boats capturados, para lo cual una y otra vez se veían
obligados a la utilización de traductores, menos aún era de esperar la
presencia de algún tripulante que dominará perfectamente el español e
impensable que éste utilizara formas locales de expresión, al menos que ello respondiera
a razones más complejas.
Los “grupos de apoyo”, poseían una
estructura organizativa compartimentada, no generaban documentación, sus
integrantes poseían nombres de guerra con los que se identificaban y en la
práctica, los miembros de un grupo se intercambiaban constantemente con los de otros;
todo ello imposibilitó la existencia de testimonios documentales que
contribuyeran a aclarar algunas incógnitas acerca de su organización, estructura
y funcionamiento. Estos se nutrieron en lo fundamental, al parecer, de ex
miembros de la Falange y de diversas organizaciones de ideología filo
nazi, como el Partido Nazi Cubano, el Partido Fascista Nacional de
Cuba entre otros; se afirma que sus integrantes,
rigurosamente seleccionados, no llegaron a rebasar jamás la cifra de 300. Su
secretismo llegó a grados insospechados, al punto de que jamás contaron con un
nombre definido, denominándose indistintamente así mismos como “el grupo”,
“auxilio” o el más extendido de todos, “grupo de apoyo”.
Realmente, cuando hablamos de los “grupos de apoyo” que
existieron en Cuba u otros similares que pudieran haber existido
y operado en otras áreas del Caribe, no se trata en modo alguno de un entramado
de organizaciones con un alto grado de complejas relaciones; nada parecido a un
ejercito, sino de pequeñas agrupaciones con carácter clandestino, fuertemente
cohesionadas, organizadas, dirigidas y financiadas a través de las redes de
agentes establecidas en distintas zonas, que cumplían sus misiones de forma puntual y con carácter excepcional,
causa por la cual sus operativos siempre estuvieron marcados por un alto nivel
de improvisación, pero su apreciable grado de autodisciplina, capacidad de
respuesta y compactación, que las hacia impenetrables, garantizaron el éxito de
algunas de sus misiones. El grueso de las
misiones de los “grupos de apoyo”, como se ha señalado, estuvo centrado en el
abastecimiento de alimentos, agua y medicinas, además de alguna asistencia
médica, y raras veces al suministro de combustible, pues para esto último,
existieron otras diversas variantes como ya se ha visto. La importancia de los
“grupos de apoyo” fue decayendo a mediados de 1944 y su total desaparición se
produjo de forma gradual, en un proceso lógico de disolución en la medida en
que fue cambiando el curso de la guerra que se decidía a favor de los aliados.
Se cree que los miembros de estos grupos, en su inmensa mayoría, finalizado el
conflicto, se integraron a la vida normal de la Isla y prefirieron dar
definitivamente por cerrado aquel capítulo; ello posibilitó que durante décadas
su existencia y actividades hayan permanecido sumidas en el más absoluto
secreto. Sin embargo, gracias a la existencia de aún escasas, pero reveladoras
evidencias documentales y el testimonio de algunos de sus ex-miembros que
decidieron romper el silencio, hemos ido conociendo un poco más de las mismas.
Existen otros elementos que también resultan interesantes y
que han sido fehacientemente contrastados;
a finales de los años 30 un grupo de empresarios y técnicos alemanes
establecieron la empresa, Compañía para el Procesamiento de Carbón en el término municipal de Bauta[21]
a escasos dos kilómetros de la fábrica de azúcar conocida como Central Habana,
propiedad entonces de un ex-oficial de la Guerra de Independencia cubana
nombrado Castillo Porconi. En ese lugar se habían construido unas instalaciones
y unos hornos conocidos como “retortas”, donde laboraban un grupo de peones, la
mayoría españoles y algunos cubanos, que bajo la supervisión de técnicos alemanes,
se encargaban de suministrar constantemente carbón a los referidos hornos.
Aquellos hombres hacían un corto receso al mediodía, para alimentarse y la
comida, a instancias de sus patrones alemanes, les era suministrada por una
fonda llamada “La República” ubicada en el centro del poblado
por la Carretera Central, al lado del Club Social y que era propiedad de un
hijo de inmigrante español de origen gallego nombrado Juan Vázquez[22];
éste personaje estaba al tanto de los propósitos perseguidos por los alemanes,
la fabricación de combustible. Ha sido con el testimonio del periodista cubano
José Gómez Taboada, familiar del mencionado Juan Vázquez
y que en su juventud laboró como peón por un periodo corto de tiempo en la
“retorta”, con quien hemos podido completar algunos espacios en blanco de toda
esta historia. Gómez Taboada fue testigo personal de la fabricación de
combustible e incluso visitó en una oportunidad la casa donde vivían los
técnicos alemanes, y asegura, que aquella actividad industrial era conocida por
los habitantes y autoridades de la zona y sus trabajos transcurrieron con total
normalidad, incluso en las primeras semanas posteriores a la entrada de Cuba en la guerra.
Según refiere el periodista, el suministro de carbón era
continuo, constantemente arribaban al lugar enormes camiones que descargaban
toneladas de ese material con el que se alimentaban los hornos o “retortas”,
que apenas recesaban su labor. Aquel carbón era sometido a pirolización
(temperatura y presión) con agua añadida para crear vapor; el gas de síntesis,
se condensaba utilizando catalizadores Fischer-Tropsch[23], con lo cual era transformado en
hidrocarburos, que al quedar concluido el proceso, inmediatamente eran
transportados hacia un lugar no determinado para su almacenaje o consumo,
puesto que no existen evidencias, ni prueba alguna de que el producto final se
haya comercializado, ni siquiera, utilizado dentro de la Isla. Es conocido que
los hidrocarburos sintéticos, obtenidos en Alemania por dicho sistema, fueron
utilizados durante la guerra cuando empezaron a escasear las reservas de
combustibles y lubricantes del III Reich, en especial, después del descalabro
sufrido en el frente ruso; de manera que pronto se hizo necesario la
utilización dicho combustible en sus aviones, tanques, submarinos y vehículos
de combate. El mismo General Patton extraía este combustible de los vehículos
alemanes abandonados en medio del combate, para utilizarlos en los suyos en su
avance hacia Alemania en 1944. Debemos aclarar, que la existencia de dichas
instalaciones y la labor que en ella realizaban los alemanes, de ninguna manera
constituía un secreto para los habitantes de Bauta de aquella época y muchos
vecinos de dicho Municipio que vivieron aquellos años, preguntados sobre el
particular, aún hoy lo recuerdan perfectamente. Tenga en cuenta el lector que
en la época en que se verifican estos acontecimientos, la población de Bauta
apenas alcanzaba los 7.000 habitantes, muy diferente a la de hoy día, en que ya rebasa la cifra de 46.000; aún en la
memoria de los más viejos estaban presentes aquellos rumores, que situaban a
los submarinos alemanes en Bahía Honda para ser reabastecidos de combustibles y
alimentos, lo que no pocas veces solía ser un tema de conversación que servía
para animar las sobremesas en los hogares de los lugareños. En realidad aquella
zona, como la de los cayos al norte de la Provincia de Camagüey reunían unas características y excelentes
condiciones para llevar a cabo operaciones de esta naturaleza. Una playa
conocida como del Salado, quedaba relativamente cercana a Bauta, donde
funcionaba la ya mencionada planta de fabricación de combustible sintético,
aunque las vías de acceso a la misma se reducían entonces a dos caminos
vecinales en estado deplorable, que resultaban impracticables en épocas de
lluvias y cuyo trazado se había dibujado por el cruce de sus habitantes en
busca de un atajo, a través de potreros y montes plagados de marabusales, güao
y todo tipo de yerbas y arbustos. Para los que querían pasarse un día entero en
aquel paradisiaco sitio, debían acceder a él por mar, desde la playa de Baracoa
o utilizando los ya mencionados caminos, para hacer varios kilómetros a caballo
o a pie. En realidad, la playa del Salado era entonces un lugar inhóspito, con
la excepción de un pequeño caserío de poco más de media docena de chozas de
pescadores, que mantenían sus diminutas embarcaciones muy cerca de las mismas
cuando no estaban faenando. Justo en aquellos años, los pescadores comenzaron a
mostrar un comportamiento evasivo con los visitantes ocasionales, sin embargo,
el estado de guerra no parecía perturbar la calma de aquellos parajes, ni de
sus escasos habitantes, todo parecía mantener su monótono comportamiento, sólo
alterado por el hecho de que aquellos pobladores, ahora dedicaban mucho tiempo
a calafatear sus embarcaciones, pintarlas y armarlas con nuevas artes de pesca.
El aspecto de sus chozas también había cambiado algo; además, éstos pescadores
comenzaron a realizar inusuales compras en los pueblos cercanos, las que
pagaban en su mayoría con moneda estadounidense, algo que si bien resultaba
poco frecuente, no levantaba especial sospecha, porque en aquel tiempo dicha
moneda circulaba en la Isla de forma oficial en absoluta paridad con el peso
cubano. La tranquilidad del lugar sólo se vio perturbada a mediados de 1941,
cuando embarcaciones de la Marina de Guerra cubana irrumpieron en la zona
próxima a la costa, con la presencia de numerosos buzos que ataviados con sus
equipos se sumergían una y otra vez en un perímetro y en otro, rastreando
incesantemente aquí y allá. Pronto se
correría un comentario que esta vez sonaba a leyenda: -Están buscando un tesoro pirata.
Meses después de que Cuba declarara la guerra a la Alemania de Hitler y se produjera la detención masiva de
ciudadanos alemanes que fueron confinados en los campos de prisioneros de Isla
de Pinos, la instalación de la “retorta” no tardó en cerrar y sus gestores desaparecieron.
Uno de estos, conocido como Lehman, vivía en una espaciosa casa que aún hoy
existe, cuyas paredes estaban adornadas con baldosas de cerámica donde estaban
dibujadas suásticas; la vivienda poseía un pequeño sótano, que al ser sometido
entonces a una limpieza, se encontró en él una foto de Rudolf Hess, varios
elementos y símbolos de clara referencia nacionalsocialista y una serie de
extraños croquis, todo lo cual fue entonces cremado. Hay muchas informaciones,
aunque sesgadas, que indican que algunos u-boats fueron abastecidos con este
tipo de carburante sintético. Edwards Ennis Director del Alien Enemy Control
Unit (Unidad de Control de Enemigos Extranjeros),
visitó Cuba en la primavera de 1942 enviado por el
Departamento de Justicia para tratar con el embajador norteamericano y el
Ministro de Asuntos Exteriores cubano, la organización de un Programa de
internamiento para los nazis en la Isla y con la misión de intentar identificar
entre estos a quienes sistemáticamente estaban colaborando en el suministro de
combustible a los u-boats alemanes en Cuba. El General Manuel Benítez, Jefe de la Policía
cubana se quejó de la realización de esta reunión sin habérsele consultado,
algo que resulta sospechoso; Edgar Hoover elevó las quejas del General, quien era
además su amigo personal, al Fiscal General de los Estados Unidos. Edwards Ennis al referirse al Programa cubano
de internamiento de alemanes y japoneses manifestó en esa ocasión: “…desde principios del 42, los submarinos
alemanes tuvieron muchos éxitos en la costa Atlántica… nosotros tenemos
información de que están siendo aprovisionados de combustibles por alemanes en
Cuba…”[24]. Es probable que otras plantas de
este tipo para la fabricación de combustible, hubieran podido ser levantadas en
otros parajes ocultos de las costas.
Entre los
meses de enero de 1942 y mayo de 1943, el F.B.I. había recibido más de 500
informes sobre operaciones de abastecimientos de submarinos, pero el propio
Edgar J. Hubber manifestó entonces que en ninguno de los casos, pudieron ser
confirmadas dichas sospechas con pruebas concluyentes, por lo que, según el
propio Jefe del Buró Federal de Investigaciones, podían tratarse la mayoría de
ellas, de falsas alarmas; no obstante, era aceptado el criterio de que muy
probablemente los submarinos fueran abastecidos con combustible suministrado
por goletas de países del Caribe, con o sin vinculación probada con las redes
de espionajes que operaban en el área. En
julio de 1943, el Comando de Defensa del Caribe (Army's Caribbean Defense Command) llevó a cabo el arresto
del Capitán George Gough conocido como “King of Belize” (Rey de Belize), junto a su hermano Alfred Gough y otros 19 empleados de un nightclub de la
Zona del Canal de Panamá, todos bajo la acusación de formar
parte de una red dedicada a brindar información estratégica y al suministro de combustible
a los u-boats alemanes que operaban en esa área del Caribe. Para la realización
de estas operaciones de abastecimiento, las autoridades sospechaban que George
Gogh utilizaba algunas de las embarcaciones que componían su flotilla de 10
pequeñas goletas.
El caso del King of Belize estuvo envuelto en un halo de misterio y extrañas evidencias y conjeturas; a pesar de ello, George Gough fue puesto entonces en libertad, aparentemente por falta de pruebas. Parece que en realidad de lo que se trataba era de evitar “quemar” las fuentes de información e intentar sorprender a los hombres de Gough en una de estas operaciones, lo que desafortunadamente parece que nunca ocurrió o no se ha hecho público. No obstante, en un documento elaborado años después de finalizada la 2ª Guerra Mundial y desclasificado por la CIA (Agencia Central de Inteligencia) en 1989, se puede leer lo siguiente:
“…Los signos del esfuerzo nazi por crear una base de espionaje en América Latina, comenzaron aparentemente a inicios de 1940. El 27 de octubre de ese año, nuestra principal estación en Allegan, Michigan, recogió una extraña señal marítima utilizando BCNL. Otros puestos de Monitoreo fueron alertados y un buen número de llamadas similares a buques fueron localizadas en el Golfo de México y Mar Caribe. La eficacia de la FCC (Federal Communication Commision) de Tampa había logrado la identificación de estos, como pequeños buques operados por una empresa llamada Gough Bros. controlada desde la estación costera de Belice, Honduras Británicas. El Comando Norteamericano de Defensa del Caribe, después obtuvo pruebas de que dicha flota era utilizada para abastecer combustible a los submarinos alemanes y transmitir información; detenido un empleado de la Zona del Canal quien era miembro de la banda fue utilizado para arrestar al resto de los miembros, entre ellos al cabecilla, un prominente ejecutivo de transporte británico en Belice, George Gough (…).Nuestro gobierno finalmente pasó a la acción. El 15 de enero de 1942, la Conferencia de Ministros de Asuntos Exteriores de las Repúblicas Americanas, recomendó medidas inmediatas para eliminar las estaciones clandestinas. Un Comité Consultivo de Emergencia para Política de Defensa fue establecido con un Cuartel General en Uruguay y bajo sus auspicios fueron despachados algunos de los mejores oficiales del RID (Radio Intelligence Division) con destino a seis países, donde nosotros sabíamos que agentes de radio se encontraban operando (Brasil, Chile, México, Cuba, Martinica y Panamá)…”[25].
La prensa de la época se hizo eco del arresto del Captain Gough, "the King of Belize".
El caso del King of Belize estuvo envuelto en un halo de misterio y extrañas evidencias y conjeturas; a pesar de ello, George Gough fue puesto entonces en libertad, aparentemente por falta de pruebas. Parece que en realidad de lo que se trataba era de evitar “quemar” las fuentes de información e intentar sorprender a los hombres de Gough en una de estas operaciones, lo que desafortunadamente parece que nunca ocurrió o no se ha hecho público. No obstante, en un documento elaborado años después de finalizada la 2ª Guerra Mundial y desclasificado por la CIA (Agencia Central de Inteligencia) en 1989, se puede leer lo siguiente:
“…Los signos del esfuerzo nazi por crear una base de espionaje en América Latina, comenzaron aparentemente a inicios de 1940. El 27 de octubre de ese año, nuestra principal estación en Allegan, Michigan, recogió una extraña señal marítima utilizando BCNL. Otros puestos de Monitoreo fueron alertados y un buen número de llamadas similares a buques fueron localizadas en el Golfo de México y Mar Caribe. La eficacia de la FCC (Federal Communication Commision) de Tampa había logrado la identificación de estos, como pequeños buques operados por una empresa llamada Gough Bros. controlada desde la estación costera de Belice, Honduras Británicas. El Comando Norteamericano de Defensa del Caribe, después obtuvo pruebas de que dicha flota era utilizada para abastecer combustible a los submarinos alemanes y transmitir información; detenido un empleado de la Zona del Canal quien era miembro de la banda fue utilizado para arrestar al resto de los miembros, entre ellos al cabecilla, un prominente ejecutivo de transporte británico en Belice, George Gough (…).Nuestro gobierno finalmente pasó a la acción. El 15 de enero de 1942, la Conferencia de Ministros de Asuntos Exteriores de las Repúblicas Americanas, recomendó medidas inmediatas para eliminar las estaciones clandestinas. Un Comité Consultivo de Emergencia para Política de Defensa fue establecido con un Cuartel General en Uruguay y bajo sus auspicios fueron despachados algunos de los mejores oficiales del RID (Radio Intelligence Division) con destino a seis países, donde nosotros sabíamos que agentes de radio se encontraban operando (Brasil, Chile, México, Cuba, Martinica y Panamá)…”[25].
La FCC (Federal Comunication Commission) tuvo una labor destacada.
En medio de tantas historias, aparecen incluso algunas
anécdotas que sitúan al Presidente de Cuba colaborando en el abastecimiento de los
submarinos nazis. Debemos puntualizar, que aún y cuando en diversos artículos
periodístico publicados en Cuba, se hace mención a la complicidad
del entonces Presidente de la República, Fulgencio Batista y Zaldívar[26] en el
suministro de combustible y alimentos a los submarinistas alemanes, ello
resulta poco probable, no habiéndose podido hallar hasta el momento ninguna
evidencia documental, ni siquiera oral, que sustente dicha afirmación. Es de
suponer, que de haberse contado con la más mínima prueba inculpatoria al
respecto en su contra, esta hubiera aflorado y hubiera sido objeto de
comentario por más de un estudioso del tema, por lo que a nuestro juicio, esta
afirmación tiene un origen fantasioso y forma parte de la especulación en torno
a dicho mandatario, que en no poco episodios de la historia de esa nación
antillana, mostró una total carencia de escrúpulos[27].
La “hipótesis” de la existencia de
puntos de auxilio para la recepción de agentes y aprovisionamientos a los u-boats,
en realidad posee más detractores que defensores, ello se explica por la
existencia de enormes “zonas de silencio documental” o carencia de
documentación que sirva para revelar con claridad los diferentes aspectos que
prueben su existencia. Muchos son los factores que intervienen en esta carencia
informativa; según el propio testimonio del ex agente de la Abwehr Wilhelm Klein[28], muchas de las operaciones de apoyo
y suministro a los submarinos se efectuaron desde territorio cubano y el Mando
Alemán había dispuesto la no difusión por medio alguno de la existencia de las
mismas, ya que de ser revelados ponían en peligro no sólo el submarino
auxiliado, sino el futuro de otros muchos que podían requerir de este u otro
tipo de asistencia. Dichas operaciones, por indicaciones expresas de la Abwerh y con la aprobación de la Kriegmarine no podían ser registrados en los libros de a
bordo de los submarinos y debían constituir un secreto que debía ser guardado
celosamente por los tripulantes y en los casos excepcionales en que
instrucciones al respecto existieran de forma escrita, estas debían cumplir
rigurosamente la Orden Permanente Nº 231, párrafo B, donde se establecía que
los documentos muy secretos debían estar escritos con tinta soluble en agua y
que los mismos debían ser almacenados en lugares donde pudiera provocarse de forma intencional que el agua penetrara
hasta dicho sitio de forma segura para poder causar el efecto deseado.
En cuanto a la posibilidad de
buscar entre la abundante documentación ocupada en la época por el S.I.A.E. (Servicio de Información de
Actividades Enemigas), debemos decir que toda ella desapareció de los archivos
cubanos, incluyendo todo lo relativo a la detención del espía Heinz August
Kuning y los miles de folios correspondientes a la causa seguida en su contra
por el delito de espionaje. Desafortunadamente,
los Archivos de la Abwerh guardados en Flensburg y Zossen fueron destruidos; por otro lado, los Archivos
de Hamburgo AST, Werhrkreis X, Distrito Militar 10, donde fue reclutado y
donde se entrenó a Luni desaparecieron totalmente como consecuencia de
la guerra; en tanto que la desaparición de estos archivos (Hamburgo AST) en si
mismos, suponen la desaparición de toda la información relativa a operaciones
en el Caribe. Quizás la documentación que existía en el edificio donde
radicaba el Centro de Radio Comunicaciones de la Policía cubana en el Reparto
Kholy en La Habana, hubiera aclarado muchos extremos. El abogado Eduardo Chivás[29],
uno de los políticos más honestos que ha conocido la historia política de Cuba, presentó en su calidad de miembro
del Senado cubano una denuncia sobre la existencia en ese Centro de abundante
documentación inculpatoria de la colaboración de funcionarios del Gobierno
cubano con el enemigo nazi. Entre dichas pruebas, se encontraban un sinnúmero
de documentos con información confidencial de alto valor estratégico sobre la
operatividad de la aviación militar y la marina, incluyendo gran cantidad de
esta, que revelaban la participación cubana en el abastecimiento y auxilios a
los submarinos alemanes en territorio nacional. El político elevó una denuncia
formal ante la magistratura de la nación; días más tarde un sospechoso incendio
redujo totalmente a cenizas las instalaciones del mencionado Centro de Comunicaciones
sin que pudiera ser rescatado nada de lo que en él se encontraba.
Quizás el argumento más sólido
esgrimido por los que sostienen la no existencia de las misiones de auxilio a los u-boats en el
Caribe y Golfo de México durante la Segunda Guerra Mundial, ha sido la
existencia de las “vacas lecheras” (milchkühe), submarinos diseñados para el
abastecimiento de combustible y lubricantes fundamentalmente, además de agua,
víveres, municiones y piezas de repuesto a otros u-boats; las vacas lecheras
servían igualmente, para en caso necesario, brindar asistencia sanitaria y
realizar pequeñas reparaciones; algunos de estos submarinos estaban dotados de
pequeños tornos, fresas y otras maquinas-herramientas para la fabricación de
piezas “in situ”. Pero un análisis de las existencias de este tipo de
submarinos y su operatividad revela la imposibilidad de los mismos para cubrir
las necesidades perentorias de los submarinos que cumplían misiones en esa zona
marítima, es por ello que en los
informes del B.d.U.Op,
Befehlshaber der U-Boote Op (Comandancia General de Operaciones de los Uboats),
constantemente se hace constar la decisión de que determinado submarino de
combate, cediera parte de su combustible a otro a punto de agotársele; como ejemplo ilustrativo puede mencionarse el
caso del U-415 que fue sorprendido cerca de la costa de la
Isla de Trinidad cuando intentaba ser suministrado de combustible por otro submarino
de combate, operación que demoró dado que el trasvase se efectuaba con una
manguera de pequeño diámetro y no con una manga para combustible.
El resultado exitoso de una misión
de abastecimiento, incluso a través de una “vaca lechera”, constituía una tarea
laboriosa; encontrarse en la área designada para efectuar el trasvase resultaba
extremadamente arriesgado pues una vez en el cuadrante de la zona escogida,
debían comunicarse entre sí exponiéndose a ser detectada dicha transmisión por
los Huff-Duff[30]
aliados; una vez que se encontraban después de haberse buscado, lo que en la
mayoría de las ocasiones se lograba a través del lanzamiento de bengalas (otras
de las formas de ser descubiertos con facilidad), se disponían a realizar la tarea de preparar el reabastecimiento, lo que
podía tomar unas 16 horas/día como promedio. Los submarinos debían permanecer
separados unos de otros por unos 80 o 100 metros de distancia, fijándose entre
si con la utilización de resistentes cables de acero y extendiéndose una manga
para el servicio del combustible; el bombeo se efectuaba a razón de 30
toneladas de diesel por hora y el mismo regularmente se realizaba en horas
nocturnas para restar vulnerabilidad a la operación en caso de ser sorprendidos
y atacados por la aviación o unidades de superficies enemiga. No obstante, el
Mando Alemán insistía sobre lo peligroso de dichas misiones; el 16 septiembre de 1943, se
advertía a las tripulaciones al respecto en un informe:
“…Cuando se efectúa el reabastecimiento,
el barco se encuentra en unas condiciones desfavorables, en particular debido a
las conexiones de las tuberías de petróleo, con los motores principales en
funcionamiento, el personal trabajando en cubierta y las armas cargadas a tiempo con las espoletas
a 0, disponibles y dirigidas hacia el exterior…”[31].
El primer submarino tanque o “vaca
lechera” que comenzó a operar en el
Atlántico, lo fue el U-459, que alcanzó esas aguas el 21 de abril de
1942, pero no fue hasta finales de mayo
de ese mismo año, que las “vacas lecheras” comenzaron a operar sistemáticamente y
ciertamente, muchas de las noticias referentes al reabastecimiento en aguas del
Caribe y Golfo de México son anteriores a esa fecha; por otro lado, debemos
considerar que la flotilla de vacas lecheras la componían diez unidades,
cantidad tres veces inferior a las necesarias para mantener un suministro más o
menos estable, a esto hay que agregar que en la zona de Bermudas, por ejemplo,
operaban seis de estas unidades, los U-459, U-460, U-461, U-462, U-464 y U-487, que
además, tenían que recibir mantenimientos en sus respectivas bases en sus
viajes de regreso, con la consiguiente demora en el retorno al teatro de
operaciones. Las “vacas lecheras” podían conducir hasta la zona de conflicto
alrededor de 400 toneladas de diesel, lo que les permitía suministrar
combustible a una decena de submarinos, no obstante existir casos como el del
U-459 que llegó a aprovisionar de combustible a 14 unidades en una sola misión;
pero en cualquier caso, continuaban siendo insuficientes dichos suministros.
Coincidentemente, el 1º de febrero de 1942 todos los u-boats
adoptaron un nuevo cifrado de Enigma, conocido como Tritón, que reemplazaba al anterior, el
denominado Hydra. Así mismo, le fue adicionado otro rotor a las máquinas
Enigma, por lo que los británicos se vieron totalmente imposibilitados hasta
finales de 1942, para poder descifrar las comunicaciones establecidas por los
submarinos alemanes entre ellos, y entre estos y sus mandos, así como entre
dichas naves y los agentes secretos que operaban desde tierra; ello brindó la
posibilidad, durante un prolongado periodo de tiempo, para que estas
operaciones se realizaran sin ser detectadas por los aliados, al tiempo que permitió que las “vacas
lecheras” regularizaran sus operaciones en la zona, en principio
sin grandes contratiempos.
Por otro lado, existían casos
de u-boats del tipo IXC que
permanecieron en el área de operaciones más de un meses sin ser repostados por
ninguna de las naves nodrizas como las
ya mencionadas “vacas lecheras“, según lo demuestran los estudios contrastados
realizados por este autor, siguiendo para ello la trayectoria de algunos de
estos submarinos, cuyo seguimiento diario incluye las comunicaciones realizadas
entre la nave y su centro de mando y aunque los IXC poseían una autonomía de 13.500
millas náuticas y a algunos les fue aumentada esta posibilidad con
modificaciones en sus depósitos de combustible, en los casos estudiados
rebasaban con creces esta cifra en su trayectoria operacional.
La búsqueda de fuentes alternativas
para el suministro de combustible era un imperativo, puesto que el mismo
comenzó a escasear considerablemente, lo que condujo al Mando Naval alemán a
dictar órdenes precisas encaminadas al ahorro de combustible en la armada
submarina.
En cualquier caso las autoridades
navales aliadas habían mantenido sospechas sobre el aprovisionamiento de los
u-boats y descanso de sus tripulaciones en apartadas y solitarias zonas de la
costa de algunas naciones del Caribe como lo testimonia este informe que se
muestra a continuación:
EASTERN
SEA
FRONTIER
Diario de Guerra
12 de abril 1942
“…Desde el comienzo de la guerra ha
habido una creencia de que agentes enemigos o simpatizantes han ayudado a
Uboats en sus campañas. Esa asistencia podría tener muchas formas, desde el
suministro de combustible a los submarinos en lugares aislados a lo largo de la
costa, brindando información por radio sobre las salidas de buques y el
mantenimiento y disposición en el mar de pequeñas embarcaciones cargadas de
petróleo. También ha habido rumores sobre los buques neutrales o alemanes que
se encuentran frente a las costas en el suministro a los submarinos. Hasta el
momento ha sido difícil, si no imposible, obtener la confirmación sobre estas
sospechas razonables.
Pero este mes fueron proporcionadas
importantes pruebas circunstanciales, a través de un análisis de los
movimientos de submarinos. En la tercera semana de enero, cinco embarcaciones
submarinas pasaron las Bermudas en dirección al Estrecho de la Florida. Durante
las dos semanas siguientes se recibieron una serie de informes de avistamientos
de submarinos enemigos frente a la costa de Florida y el Golfo de México, pero
no se produjeron ataques en estas zonas, hasta el 16 de febrero cuando varios
de ellos fueron situados cerca de Aruba. En los siguientes dos días, los
submarinos se mostraron activos en torno a Martinica.
Se trata de una justa conclusión,
que estos ataques fueron llevados a cabo por los submarinos que se conoció,
habían atravesado las Bermudas, ya que ningún U-boat fue localizado en travesía
hacia el Caribe durante la primera parte de febrero. Si esta conclusión es
correcta, sugiere que estos submarinos se alimentaron y sus tripulaciones han
descansado en algún lugar del Caribe occidental.
Este patrón ha sido repetido
recientemente. En la última semana de marzo, seis U-boats entraron en el Caribe
desde el noreste, pero durante las primeras semanas de abril no se informó de
ataques desde la zona del Caribe. Diez días después de su llegada se conoció,
que tres de los submarinos aparecían fuera de la costa de Florida y Georgia. Al
parecer, una vez más la justa conclusión de que estas unidades enemigas
llegaron al Caribe después de un período de descanso y aprovisionamiento. Es
conocido que la capacidad común de un submarino alemán es de unas 740 toneladas
de combustible. El viaje desde el Golfo de Vizcaya a Hatteras tarda
aproximadamente diecisiete días. Esto significa que un submarino puede
permanecer en estas aguas sólo nueve días antes de regresar. Si se elige
patrullar en ruta por el Caribe, hasta la Florida o Georgia, los días de
funcionamiento se reducen de nueve a cinco. Cinco días activos después de un
crucero de cuarenta y tres días, parece poco rentable si no existe algún medio
al alcance de la mano para ampliar los días de su actividad. El incremento de
ese tiempo de funcionamiento, evidentemente, podría ser obtenido y aumentado si
la tripulación pudiera descansar y los buques reabastecerse en esas aguas.
Después de estudiar esta
información, el Comandante del EASTERN SEA FRONTIER, llegó a la conclusión de
que los submarinos muy probablemente establecieran contactos con los petroleros
que enarbolan banderas neutrales y que operan fuera de Colombia, Venezuela, o
México. Es igualmente posible, que se estén utilizando algunos pequeños Estados
insulares, como Corn Island frente a Nicaragua, como base. Por esta razón,
recomendó el 24 de abril que se practicara un minucioso registro a todos los
pequeños petroleros y cargueros en la zona y de las pequeñas islas frente a
Nicaragua y Honduras”[32].
Este documento, demuestra el nivel de alarma del Estado
Mayor aliado con relación a la posibilidad real de que los u-boats alemanes
contaran con fuentes de suministros alternativas, téngase en cuenta, además,
que el mismo es de fecha anterior a la puesta en servicio de la primera “vaca
lechera”. En realidad, muchos fueron los métodos utilizado por aquellas
tripulaciones para alargar su estancia en las áreas de operaciones; estos
métodos incluían actos de saqueo y piratería, como el ocurrido el 6 de julio de
1942 cuando el U-154 comandado por Walter Kölle abordaba el pesquero refrigerado cubano Lalita[33] cerca
de las costas de Yucatán. Después de tirotearlo y ordenar a sus marineros que
abandonara la nave, esta fue saqueada de todo lo aprovechable, comida, agua y
combustible, para luego terminar hundiéndola a cañonazos.
Otro método utilizado por los submarinistas era el
desembarco relámpago y aprovisionamiento furtivo. En agosto de 1942 fue
reportado por unos monteros de Paredón Grande en la provincia de Camagüey (Cuba), la presencia de intrusos. Una
tarde cuando los “monteros” recogían el ganado escucharon varias ráfagas de
ametralladoras; sigilosamente, éstos se acercaron a la costa y observaron como
cerca de una docena de uniformados con armas ligeras se alejaban de la orilla
en una embarcación inflable; entonces, a una distancia aproximada de la costa
de 400 metros, vieron emerger un submarino que les recogió, desapareciendo poco
después. Más tarde, advirtieron la presencia de varias reses muertas a las que
les faltaban sus extremidades traseras. Incidentes de esta naturaleza se
repitieron en dos ocasiones, en una de ellas, después de denunciados los
hechos, una de las reses fue conducida hasta la capital y entregadas al
Gabinete Nacional de Identificación, donde fueron examinadas cuidadosamente, luego
de lo cual hallaron varios impactos de bala que le habían causado la muerte;
los plomos eran del calibre 9X19 mm, igual a los utilizado en las
subametralladoras MP-40 alemanas; este autor llegó a ver los restos de estas
municiones que aún se conservaban a finales de los años 70 del pasado siglo, en
los fondos del Museo de Medicina Legal ubicado entonces en los sótanos del Hospital
Calixto García de la Habana, mezclados aleatoriamente con
otros elementos, como una katana con la
que antaño se había cometido un crimen famoso y artilugios de “brujería”
afrocubana entre otros objetos curiosos.
Historiadores de la talla de Bridget Brerenton[34],
sostienen la teoría de que los desembarcos de submarinistas alemanes fueron
reales y cree que en Granada las tripulaciones alemanas desembarcaban para
descansar, hacer ejercicios al sol y aprovisionarse. Las aguas que rodean
Trinidad, asegura este historiador, fueron a menudo visitadas por submarinos
para protegerse de los ataques de la aviación aliada con bases en el Caribe;
así mismo, afirma que playas solitarias situadas entre Granada y San Vicente
fueron utilizadas frecuentemente para el reabastecimiento de agua y
comestibles.
Es conocido que el dictador portugués Antonio de Oliveira
Salazar[35]
había permitido a los submarinos alemanes aprovisionarse en las Azores, antes
de que en 1943, cediera bases a Inglaterra en calidad de arriendo, como parte
de su cambio radical de política con respecto a conflicto mundial.
En la obra “Political culture
and foreing policy in Latin America: case Studies from the circum-Caribbean”[36], sus autores afirman que: “…Antes de la entrada de Estados Unidos en la 2ª Guerra Mundial, Ubico
(Presidente de Guatemala) concedió a los submarinos alemanes el derecho
a aprovisionarse de combustible en Puerto Barrios…”
Así mismo, refiere la destacada periodista y profesora
chilena María Soledad de la Cerda[37]
en sus investigaciones, que el agente Guillermo Dorbach Burg quien mantenía
su base de operaciones en San Antonio (Chile), tenía una goleta con la
que aprovisionaba en alta mar a los submarinos alemanes. Señala además, la
documentada investigadora, que en dicha embarcación tenía instalado un potente
transmisor de radio que operaba de forma combinada con otra instalada en
Llay-Llay. Con el transmisor de la
embarcación se comunicaba con barcos y submarinos y con la de tierra en
Llay-Llay, mantenía comunicación con la Habana.
El investigador
británico Jak P. Mallmann Showell, uno de los autores que dudan de
estos hechos, en su obra “U-boats at War,
Landings on Hostile Shores” comenta: -“…se
produjeron una larga cadena de reportes acerca de U-boats desembarcando en
lugares aislado de la costa Británica. Muchas de estas historias, probablemente
fueron inventadas para impulsar las ventas de periódicos locales o para ayudar
a estimular el espíritu de lucha en los que todavía se mostraban reticentes”[38].
Más adelante señala: “Después de la
guerra, cuando la fantasía de frecuentes desembarcos de u-boats se fue
apoderando de la mente de las masas, historias de bases secretas de submarinos
también comenzaron a germinar en una variedad de publicaciones. Algunas de
estas intrigas habían sido usadas para encender el entusiasmo en los turistas
que acudían a los resorts costeros, donde las anécdotas de u-boats añadían
glamour a las fogosas playas…”[39].
Sin embargo, en otro párrafo, asegura que: “Muchas
de estas historias están soportadas por documentos tan secretos que no pueden
ser revelados al público general y sólo unos pocos autores afortunados han
tenido la oportunidad de echarles un vistazo accidental a estos”[40].
Entre mediados de 1942 y finales de 1944 se calcula, fueron
llevadas a cabo cerca 400 operaciones que comprendían la infiltración de
agentes secretos, saboteadores y en menor medida personal de aseguramiento
técnico en territorios enemigos con utilización de submarinos, estos contaban
en muchos caso con apoyo en tierra, lo que incluía la posibilidad de aprovisionamiento
de combustible a dichas embarcaciones.
Desafortunadamente, la inmensa mayoría de dichas misiones no han podido
revelarse, a excepción de algunas que resultaron virtualmente desmanteladas y
que tuvieron posteriormente un efecto mediático, como la captura de los
saboteadores de la denominada Operación Portorius, por sólo citar un ejemplo. Muchas
de las causas que no han permitido la revelación de dichas operaciones secretas
pueden encontrarse, por un lado, en la pérdida de documentos, como en el caso del
bombardeo del Tren de Ribentrop y otros archivos, y por otro, porque los
testimonios documentales que han sobrevivido a la guerra, permanecen
clasificados como secreto, sin que aun se permita su consulta por los investigadores; a lo que hay que agregar
que la documentación existente, no es en modo alguno voluminosa. Es conocido,
además, que este tipo de operaciones altamente secretas no podían registrarse
en los “log book”de los submarinos y sólo se encuentran casos excepcionales
donde se mencionan, pero sin detalle alguno; al respecto, el investigador Jack
P. Mallmann Showell señala: “La
versión posterior de los documentos no alivian el problema de las misiones
clandestinas de los u-boats, porque muchos de los hechos no eran registrados en
los log book y en su lugar, la
información se transmitía oralmente al alto mando cuando el barco regresaba a
puerto. Y puesto que muchos de los barcos en esas misiones no regresaron y se
sabe que realizaron el desembarco antes de ser destruidos, existen de hecho
grandes espacios en blanco en esta historia”[41]. Estas características presentes en
este tipo de operaciones, han propiciado el surgimiento de innumerables
historias paralelas con un gran despliegue de imaginación, cercanas a la
ficción más absurda.
En septiembre de 1939, la Abwehr intentaba coordinar con el
Alto mando Naval, la utilización de submarinos en la infiltración de agentes de
inteligencia y otra misiones secretas, solicitando alta prioridad para las
mismas; en una de las primeras participó el U-37 comandado por Werner Hartmann, quien a punto de efectuar la
infiltración de un agente comunicó a sus hombre el verdadero propósito de la
presencia de uno de los miembros de su tripulación (misión de espionaje),
ordenando a todos sus subordinados, incluyendo la oficialidad, firmaran un
documento, que informaba de lo especialmente secreto de dicha misión y
advirtiendo que cualquier comentario relativo a la misión dentro o fuera de la
embarcación podía implicar el enfrentamiento de una condena a muerte.
Horst Bredow, Director del Boot Archiv nos ha corroborado
que los agentes secretos en misiones de infiltración, permanecían a bordo de
los submarinos durante la travesía bajo una falsa identidad y la tarea a
ejecutar por estos era totalmente desconocida por el resto de la tripulación,
dado que las mismas constituían misiones clasificadas como altamente secretas.
En su libro, Mallmann Showell relaciona una lista, que el mismo reconoce
incompleta donde se recogen 119 misiones de desembarco o aproximaciones a
costas con diferentes misiones, de ellas, unas 50 corresponden a desembarco en
operaciones vinculadas a labores de inteligencia o “misiones especiales”,
algunas de las cuales fueron abortadas por diversas causas y el resto a misiones
de reabastecimiento; del total de las misiones por él relacionadas, sólo 11
ocurren en territorios del continente americano. Sin embargo, la mayoría de las
misiones de este tipo debieron ocurrir, sin lugar a dudas, en las costas de
países del Caribe y el sur de America, lugares por excelencia de las
operaciones submarinas nazis durante un periodo prolongado de tiempo, por contar
en esos territorio con apoyo logístico y por la imposibilidad en el caso de las
misiones de inteligencia, de desembarcar agentes en los años de plena
contienda, en territorios tan distantes, con la utilización de otros métodos
más convencionales, como podían ser la aviación
y el lanzamiento de un agente en paracaídas.
Existen centenares de historias y anécdotas, en muchos casos
matizadas con gran despliegue de imaginación popular que han trascendido
de generación en generación, como aquella de que los submarinistas alemanes
intercambiaban productos con los habitantes de playas cercanas a la Habana a
plena luz del día o aquella otra que
narra que un patrón de una embarcación de recreo en la Isla de Trinidad había
rentado su nave a un turista europeo, él cual al salir del embarcadero le pidió
que le permitiera llevar la nave, la que luego paseo con gran destreza a lo
largo de la costa, sorteando con gran precisión todos los salientes y
entrantes de la misma. El patrón asombrado
por la pericia con la que el turista realizaba aquellas maniobras, le preguntó
si ya había rentado alguna embarcación en aquel puerto, porque su cara no le
era conocida, a lo que el turista contestó: -“No, esta es la primera vez, pero resulta que yo fui tripulante de un u-boat
alemán durante la Segunda Guerra Mundial y en más de una ocasión desembarqué en
estos parajes en busca de provisiones“.
Las misiones que comprendían la prestación de auxilio a los
u-boats, inevitablemente tenían que estar sustentadas por una preparación por parte
de los servicios de inteligencia en los países desde donde actuaban. Pero investigar
el papel de los servicios de inteligencia alemanes en la labor operacional en
general y en el caso de la guerra submarina librada en aguas del continente americano en
particular, resulta extremadamente complicada y prácticamente imposible de
recomponer sistemáticamente, pues siempre quedan importantes zonas sin revelar
con claridad; entre los obstáculos con que tropezamos a menudo se encuentran:
1.-La enorme cantidad de documentación que con frecuencia
se ha generado, informes a distintos niveles, análisis, interrogatorios y toda
suerte de evidencia, que aunque numerosa, muchas veces se encuentra sesgadas,
al tiempo que dispersa en diversos archivos de naciones como Gran Bretaña,
Estados Unidos, Argentina, Chile y la
propia Alemania entre otras, la cual por su volumen resulta difícil de estudiar
en profundidad para poderla someter a crítica y contraste y extraer lo concerniente
al tema que nos ocupa.
2.-Muchas de las comunicaciones, informes y mensajes
emitidos por el enemigo de un bando u otro y que eran susceptibles a ser
monitoreados o “secuestrados”, en no pocas ocasiones y de forma aleatoria eran
manipulados con la clara intención de desinformar o confundir para lograr crear
falsas expectativas, distraer la atención y crear un nivel de caos en el
análisis de inteligencia del contrario y en otros casos, constituyen análisis
erráticos de determinados aspectos provocados por la enorme carga de
subjetividad bajo la que eran elaborados.
3.-Al consultar los planes de inteligencia elaborados por Alemania durante la 2ª Guerra
Mundial, observamos que estos brindan una abundante e importante información de
carácter general que nos permite revelar sus verdaderos propósitos; pero al
llevar a la práctica operativa dichos planes, muchas veces sufrían cambios
sustanciales y un número importante de instrucciones y órdenes que se emitían,
en no pocas ocasiones se transmitían de forma verbal, al tiempo que en otros
muchos casos variaban e incluso contradecían el contenido de las mismas, con el
agravante de que dichos cambios se ejecutaban de forma improvisada y por
supuesto, en la inmensa mayoría de las ocasiones no generaban documentación
alguna.
4.-Los agentes, espías o colaboradores en el cumplimiento
de sus misiones, solían de forma reiterada tomar decisiones sobre la marcha y
de forma unilateral sin contar con la aprobación de sus mandos y con
frecuencia, ni siquiera lo daban a conocer a sus superiores. Este elevado grado
de improvisación a menudo, no nos permite que conozcamos paso a paso las
acciones llevadas a cabo por determinado agente para salvar situaciones, muchas
veces peligrosas que ponían en riesgo la misión realizada e incluso su
integridad física. Era una práctica común que los agentes violaran determinadas
instrucciones de los niveles superiores con el objeto de completar su trabajo;
ello provocó que en muchos casos estos agentes ocultaran la forma real en que habían logrado sortear
determinados obstáculos, aún habiendo cumplido la misión asignada, logrando
salir de ella con vida.
5.-Los interrogatorios, otra fuente de testimonios, en
muchos casos no logran esclarecer importantes aspectos y detalles de las tareas
realizadas por un agente de la inteligencia capturado, en especial cuando éste
estaba convencido de la misión que realizaba y de su papel en el mantenimiento
y éxito de la misma. En estos casos de fidelidad absoluta a la causa que abrazaban, hacía que en los
interrogatorios, pese a la enorme presión psicológica a que eran sometidos,
brindaran falsas explicaciones o
respuesta evasivas, matizando, no obstante, algunas de sus respuestas falsas
con aspectos que podían imprimirle un aire de veracidad.
6.-Los agentes secretos en su labor de espionaje
comunicaban a sus mandos un importante volumen de información, sin revelar en
la mayoría de los casos las fuentes de las que habían sido sustraídas. Dichos
informes y sus valoraciones estaban sostenidos, por otro lado, por una
importante carga de apreciaciones y puntos de vista personales que no siempre
resultan ser objetivos.
7.-Debe tenerse en cuenta, además, que un número importante
de la información altamente secreta de que disponían los servicios de
inteligencia alemanes, fueron destruidos intencionalmente por las propias
autoridades a su cargo ante la inminencia de su ocupación por el “enemigo”,
otro importante volumen desapareció producto de los bombardeos de los aliados y
otros no menos importantes se guardan en los Archivos de la naciones vencedoras
sin que se permita por el momento su consulta a historiadores e investigadores
en general. Tal es el caso de la abundante documentación relativa al ya
mencionado espía Heinz August Kuning que operaba en Cuba, que se conserva en los Archivos
Británicos y que no puede ser consultada hasta el año 2016; otros centenares de
miles de expedientes que eran trasladados, en el también ya mencionado famoso
“Tren de Ribentrop”, sucumbieron al ataque de la
aviación aliada. Datos conservadores sitúan en la cifra de más de 6.000, los
agente secretos alemanes diseminados por el mundo de los que jamás se sabrá
absolutamente nada, por carecerse, ni siquiera de un solo documento que pueda
relacionar a estos con los servicios de inteligencia nazis. Existen casos que parecen extraídos de la
ficción, como el de los archivos del BSC (British Security Coordination), los cuales, según el historiador
inglés en materia de seguridad Nigel West, fueron entregados al editor del
Western Hemisphere Weekly Bolletin, Tom Hill y a la esposa de éste con la instrucción de
quemarlos íntegramente, orden que cumplieron escrupulosamente. Así mismo, hay
que destacar, que no pocas naciones latinoamericanas implicadas de un modo u otro en los hechos de espionajes del III Reich, como
pueden ser Argentina, Chile, Panamá o Cuba entre otros, hicieron desaparecer de sus
archivos al final de la guerra, importantes documentos con el propósito de
proteger a personalidades de la vida política de esas naciones, vigiladas bajo
sospecha de colaboración con Alemania, lo que truncó toda posibilidad de poner
al descubierto dichas actividades de espionaje realizadas por ciudadanos de
Alemania en territorio latinoamericano, con la complicidad de las autoridades
locales.
8.-Si bien es cierto que los aliados, en especial los
británicos, llegaron a monitorear una gran cantidad de las comunicaciones
secretas alemanas en América latina, (se estima que alrededor del 72% de éstas),
no debemos olvidar que resta otro 28% que no llegaron a conocer, una cantidad
nada despreciable.
Por todo lo antes apuntado, se hace necesario la búsqueda y
utilización de fuentes de oralidad, pues el testimonio de los que participaron
de forma directa o indirecta en aquellos acontecimientos en su carácter local,
puede arrojar luz y cubrir importantes vacíos existentes con relación al
conocimiento de dichas actividades. Desafortunadamente, esta labor debió
emprenderse de forma sistemática desde hace décadas; dado que el transcurso de
más de 60 años de aquellos acontecimientos dejan poco margen para la labor de
recopilación de información y escasas posibilidades de ejercer la comprobación
de dichas informaciones orales.
Hay autores que atribuyen una desmedida importancia a la
cantidad de agentes que hayan podido operar en determinada región o país.
Ronald Newton en las conclusiones de su trabajo titulado “The “Nazi” Menace in Argentina, 1931-1947”, (La Amenaza “Nazi” en Argentina
1931-1947) en el capítulo sobre la
“guerra secreta”, señala, que a lo sumo, entre alemanes y aliados de estos, los
agentes de inteligencia clandestinos en
Argentina no superaban los 500 hombres; dicha cantidad, al margen de lo que
pudiera considerar el Sr. Newton, resulta descomunal; pretender la
existencia de un agente por kilómetro cuadrado sería un auténtico disparate.
Dzerhinsky fundador de la Checa soviética, manifestó en
una ocasión que cinco espías capaces,
bien adiestrados y convenientemente infiltrados, si hacían bien su trabajo,
resultarían suficientes para desestabilizar a la nación más poderosa del mundo.
[1]Sir
Winston Leonard Spencer Churchill,
Nace en Londres el 30 de noviembre de 1874, periodista, historiador, escritor,
orador y político británico. Fue corresponsal de guerra en un periódico
londinense. En 1900 fue elegido diputado
Conservador. Ingresó en el Partido Liberal donde desempeñó distintos cargos
(Subsecretario de Estado para las colonias, Ministro de Comercio, Ministro de
Interior, Primer lord del Almirantazgo y Ministro de Municiones). En 1940,
después de la invasión alemana de Bélgica y de los Países Bajos, Chamberlain
renunció y Churchill lo sustituyó como Primer Ministro; con este cambio, el
Partido Laborista aceptó participar en el gobierno de guerra. Su enorme
capacidad para afrontar las tareas y responsabilidades que le imponía el
conflicto mundial, le convirtieron en uno de los estadistas aliados que más
contribuyó a la victoria. También dejó obra escrita, siendo galardonado con el
Premio Nobel de Literatura en 1953.Churchill fallece en Londres el 24 de Enero
de 1965
[2] Churchill, Wiston; Rooselvelt, Franklin y F.Kimball, Warren; “Churchill & Rooselvelt: the complete
correspondence”. Princeton, N.J.; Princeton University Press.
1984.
[3] Liberty,
buques de carga construidos por Estados Unidos durante la Segunda Guerra
Mundial; su diseño original era británico pero sufrieron importantes
adaptaciones; los modelos estadounidenses resultaron más baratos y fáciles de
construir. Los ingleses encargaron un
número importante de ellos para suplir los barcos hundidos a manos de los u-botas
alemanes. Con un coste de 2.000.000 de dólares aproximadamente, los
norteamericanos llegaron a construir durante la contienda 2.751 unidades. El
tiempo promedio de producción de estos buques comenzó siendo de 230 días, pero
poco tiempo después de iniciada su construcción en serie, dicho promedio bajó
hasta situarse en una media de de 42 días. El primer Liberty botado al agua lo
fue el SS Patrick Henrry, a cuya ceremonia de botadura asistió el Presidente
Roosevelt. Para 1943 se
llegaron a construir 3 buques de este tipo diarios. La construcción de los
Liberty, simbolizaron el esfuerzo económico de Estados Unidos y su enorme
poderío industrial; no sin razón se afirma, que la victoria en la Batalla del Atlántico se
debió en gran medida a la existencia de los Liberty. Hoy en día y como
símbolos, sobreviven dos de estos emblemáticos barcos, el John W. Brown y el SS
Jeremia O´Brien.
[4]NARA, National Archives and
Records Administration, Washington. “Guides to the Microfilmed Records of the German
Navy, 1850-1945. Records Relating to U-boat Warfare, 1939-1945”: BdU, Diario de
Guerra.15 de julio de 1942. Reporte del BdU al
Führer firmado por el Almirante Döenitz.
PG 30309, Rodillo
3980.
[5]NARA, National Archives and
Records Administration, Washington. “Guides to the Microfilmed Records of the German
Navy, 1850-1945. Records Relating to U-boat Warfare,
1939-1945”: BUp Diario de Guerra. 9 de diciembre de 1941. IV Operaciones en
Curso, Nº2, Inciso D; número PG-30315,
número de Rodillo 4063.
[6] El espía Heinz August Küning o Luni, ha
sido para los servicios de inteligencia aliados, así como para la inmensa
mayoría de los investigadores e historiadores, uno, sino el más importante
agente capturado por los aliados en América Latina; para otros, los menos, como
el profesor e investigador Thomas D. Schoonover de la Universidad de
Louisiana, USA, se trataba de alguien, que al ser reclutado por la Abwehr, veía la posibilidad
de escapar del servicio militar y de ser enviado al frente de batalla, al
tiempo que para el servicio secreto de Canaris constituía un señuelo que sólo servia para
desvirtuar la búsqueda y persecución de los “verdaderos” agentes. Este último
razonamiento carece de solidez; pensar que la Abwehr reclutara un agente con esta sola misión,
además de no corresponderse con el “modus operandi” mantenido por esa Institución
de inteligencia, carece de sentido pensar que una nación pudiera destinar
cuantiosos recursos para colocar un espia que pudiera ser descubierto a las
pocas semanas de arribar a su destino operativo. El profesor Schoonover llega a
establecer un paralelo entre el espía Luni y Wormold, el vendedor de aspiradoras devenido
en agente en la obra de Graham Greene, “Our Man in Havana”.
[7]Manuel Benítez González, General, Jefe de la Policía cubana durante el
gobierno de Fulgencio Batista, hasta 1944.
Figura controvertida, estuvo vinculado a los hechos del vapor de pasajeros St.
Louis. Fue objeto de sospechas en varios casos de corrupción. Existen rumores
fundados de su colaboración con la quintacolumna y de irregularidades en el
caso del espía Lunin. Murió en Miami a finales de los años 90.
[8]Ernest Hemingway, Escritor
y periodista norteamericano. Nace en Oal Park, Illinois en 1899, se suicida con
una escopeta de caza en julio de 1961 en Omaha. Adquiere su yate, bautizado Pilar, en los astilleros de Brooklyn en
1934 con el dinero obtenido con los Royalties de su novela Por quién doblan las campanas” (sic. Entrevista Norberto Fuentes).
Hemingway, además de su conocido Crook Factory, se dedicó a la cacería de
submarinos alemanes en los cayos de la costa norte de Cuba, zona que conocía desde la
época en que realizaba frecuentes viajes en el yate “Delicias”, propiedad de
Mayito, hijo del Presidente cubano Mario García Menocal. El
escritor norteamericano preparó su embarcación pintándola de negro,
artillándola y dotándola de bombas de fabricación casera, todo ello con el
apoyo de la Embajada
estadounidense en La Habana,
cuyo embajador, Sprullien Braden,
financiaba dicho propósito con un sueldo de $1.000,00 mensuales y el suministro
de 122 galones
de nafta para la embarcación.
[9]Crook Factory (Factoría de maleantes), especie
de agencia de espionaje organizada por el escritor norteamericano Ernest
Hemingway en colaboración con el F.B.I. y financiado por
la Embajada
norteamericana en Cuba.
Su estado mayor estaba enclavado en su hogar en la Finca Vigía, en el
poblado San Francisco de Paula en la
Habana; una gran parte de sus colaboradores eran
de origen español simpatizantes de la causa republicana y el objetivo de la
organización se centraba en la detección y vigilancia de la quinta columna.
Hemingway mantenía estrechos contactos con la Inteligencia Naval
norteamericana y el Embajador Spruillen Braden a quienes informaba periódicamente de los
resultados de su actividad.
[10] Los
documentos desclasificados por el FBI y divulgados a través de la Web Smoking Gun,
presentan gran cantidad de tachaduras, que en ocasiones cubren párrafos
completos, ocultando así fragmentos de información, que por dicha aptitud de
censura, parecen guardar información reveladora y de importancia capital.
[11] Collado Abreu, Norberto,
fue entrenado como operador de sonar en Estados Unidos y pasó a cumplir
servicios a bordo del cazasubmarinos CS-13.
A finales de la guerra fue licenciado de la Marina. En 1956 se unió
al Movimiento 26 de Julio y fungió como patrón del yate Granma en la travesía
realizada desde Tuxpan, México hasta la costa sur de Cuba,
conduciendo 82 expedicionarios, incluyendo a Fidel Castro.
Al triunfo de la revolución se incorporó a la Marina de Guerra Revolucionaria, en donde
permaneció hasta su muerte el 2 de abril de 2008. Al morir ostentaba los grados
de Capitán de Navío. Fue enterrado con honores militares en el Panteón de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias en el Cementerio de Colón.
[12]
Collado Abreu, Norberto; “Collado: Timonel del
Granma”, Casa Editorial Verde Olivo, La Habana 2006. Capitulo: Hundimiento del submarino
U-boat-176, páginas 85 y 86.
[13]Consultado
por este autor diversas autoridades navales norteamericanas, estas en todos los
casos, bien declinaron pronunciarse al respecto, bien manifestaron desconocer
la existencia de dichos depósitos, pero en ningún caso negaron su existencia.
[14]U-158, submarino
del tipo IXC, fue botado al agua por los Astilleros de la AG Wesser, Bremen el 21
de Junio de 1941 y comisionado al Teniente Capitán Erwin Rostin. Existen
informaciones brindadas por informantes, de que a finales de mayo de 1941 el
U-158 sufrió una avería que le obligó a la búsqueda de auxilio; según estas
mismas fuentes, dicho submarino ancló en la costa norte de la Provincia de Camagüey en Cuba y su tripulación desembarcó
permaneciendo varios días en tierra, donde recibieron ayuda médica y
suministros, a través de un operativo marcado por la inexperiencia y la
improvisación.
[15]Erwin Rostin, nace el 8 de
octubre de 1907. Comienza su carrera naval en 1933, prestó servicios en los
barreminas M-98 y M-21. En 1947 es designado a las fuerzas submarinas y después
de un periodo de entrenamiento es ascendido a Comandante del U-158 con grados de Kapitänleutnant. En su segunda
patrulla en aguas de la costa este de Estados Unidos y el Caribe hunde 12
mercantes. El 30 de junio de 1942 es destruido por el ataque de la aviación
norteamericana. Recibió varias condecoraciones entre ella la Cruz de Caballero y la Cruz de Hierro de 1ª y 2ª
Clase. Existen evidencias de que Erwin Rostin fuera auxiliado desde suelo cubano, donde se
le proveyó de combustible, alimentos y donde varios de sus tripulantes
recibieron atención medica.
[16]Según
la información suministrada por un exmiembro de los grupos de apoyo, éste
asegura haber participado en una misión de abastecimiento a un u-boat al norte
de la provincia de Camagüey en el verano de 1942; según este mismo
testimonio, el lugar donde fueron alojados los tripulantes, era una finca
perteneciente a la familia Belarmino, ganadero de origen asturiano, muy
conocido en la zona. En ese lugar existían falsos hornos de carbón que
enmascaraban habitáculos que servían de barracas y de hospital de campaña; en
este último, parece que se realizó por lo menos una operación quirúrgica. Toda
esta información coincide plenamente con la que encontramos en la serie de
cartas escritas desde Argentina por el agente Shaefer. En: Archivo Personal del
historiador Alberto Acosta Brito, Guanabacoa, Cuba. Testimonio del agente de la Abwehr Shaefer. Col. Cartas de Rushke
trasuntadas por este autor, Doc. Nº 6.
[17]El
vehículo utilizado en el operativo de
abastecimiento del U-158,
era propiedad de Dn Salvador Álvarez, un ciudadano oriundo de Oviedo, que
arribó a Cuba a mediados de los años 30; éste sujeto, como
se ha podido comprobar, poseía varios vehículos cisternas de su propiedad y era
muy conocido en la época, dentro del Gremio de los Alcoholeros, en la Habana. Se marchó de
Cuba a principios de los 60 de regreso a España,
donde murió a finales de los años 70.
[18]
Alfredo Pérez Matos, natural de Lugo, arribó a Cuba en el verano de 1934. Se afilió al Partido
Afirmación y Defensa, durante su estrecha vinculación con el Centro Gallego de La Habana. Militó en la Falange y prestó sus servicios durante un tiempo como
guardaespaldas y chofer de un importante dirigente de la Falange en Cuba, el Sr. Manuel Gil Ramírez,
quien había ocupado el cargo de Alcalde de Salamanca (España) y viajó a Cuba con el objeto de hacerse cargo de la Jefatura
de la Falange en sustitución de Alejandro Villanueva. Este informante dice
haber formado parte también de una organización clandestina, donde cumplió
diversas misiones importantes a favor del Eje. (¿“grupos de apoyo”?).
[19]En la
quinta denominada La Benéfica,
fue inaugurada en el año 1888, bajo los auspicios del Centro Gallego de La Habana, como una Casa de
Salud con igual nombre, la cual brindaba asistencia a todos sus asociados. La
“Quinta Benéfica”, pronto de convirtió en la
institución médica más relevante de la emigración gallega en Cuba. Miembros activos y
simpatizantes de la
Falange formaron parte de su personal sanitario.
[20]Fragmento
de la entrevista realizada en el verano de 1981 en el Centro Gallego de La
Habana a Alfredo Pérez Matos, informante que aseguraba haber participado en
dos misiones vinculada a los u-boats.
[21]
Ayuntamiento del Término Municipal de
Bauta. Negociado de Fomento
1.938. Secretaría: “Expediente relativo a la concesión a Cia. Alemana por este
Ilmo. Ayuntam. de los permisos correspondientes para el establecimiento de una
planta de procesamiento de carbón”. E-034/38, folios 1-11.
[22] Juan Vázquez, hijo de inmigrantes gallegos, que se
establecieron en Cuba. Desde joven
realizó varios trabajos en el Central Habana, propiedad de Castillo Porconi,
donde llegó a regentar varios negocios entre ellos la fonda “La República”.
Murió en la ciudad de Miami USA) a finales de los 80.
[23] Fischer-Tropsch, proceso
tecnológico así denominado por el nombre de sus descubridores, el alemán Franz
Fischer y el checo Hans Tropsch; con cuyo método podía fabricarse combustible
sintético y diesel a partir de carbón hidrogenado. Es de destacar que cerca del
90% del combustible utilizado por la aviación alemana durante la Segunda Guerra
Mundial, fue fabricado con este método ante la carencia de combustible de los
países del Eje. Sólo entre 1930 y 1941 fueron construidas 8 planta de
procesamiento de combustible por el sistema Fisch-Tropsch en Alemania, que
producían cerca de un millón de toneladas. En Cuba un grupo de ingenieros y técnicos alemanes
instalaron en el poblado de Bauta (La
Habana) una pequeña planta, logrando producir con éxito
algunas cantidades de combustible mediante este proceso.
[24] Informe sobre abastecimientos a u-boats.
Memorandum del Alien Enemy Control Unit al Congreso norteamericano. Mayo 1942. También en Regional Oral History Office The
Bancroft Library, University of California (Berkeley).
[25]George E.
Sterling, The US Hunt for Axis Agent Radios, Documento Desclasificado, Volumen 4, Número 2 Archivos
del CSI (Centro de Estudios de Inteligencia), Central Intelligence Agency,
Washington, D.C. 20505.
[26]Fulgencio Batista y Zaldívar,
(nace Banes, Provincia de Oriente (Cuba)
el 16 de enero de 1901. Hijo de Belisario y Carmela, cubanos que lucharon en la Guerra de Independencia de
Cuba contra España. Durante su juventud Batista realizó diferentes trabajos, hasta que en 1921
se alista en el Ejército, ingresando en Guardia Rural en 1923, dentro de cuyo
cuerpo alcanzaría el grado de Sargento Taquígrafo del Estado Mayor. En 1933,
después del derrocamiento del Gobierno dictatorial de Gerardo Machado,
participó en varias conspiraciones que desembocaron en el Movimiento del 4 de
Septiembre; se establece entonces una junta de Gobierno (Pentarquía). Batista es ascendido al grado de General a propuesta
de Sergio Carbó. Más tarde será nombrado Coronel Jefe del Ejército. En la
elecciones de 1940, se presenta como candidato de la coalición Socialista
Democrática y es elegido Presidente. Durante este, su primer mandato
presidencial, Cuba colaboró activamente en la Segunda Guerra
Mundial, declarándole la Guerra
a los países del Eje Roma-Berlín-Tokyo. En 1944 le sucede el Dr. Ramón Grau San
Martín.
El 10 de marzo de 1952 regresa al poder tras un golpe de estado, que
transcurrió sin derramamiento de sangre, valiéndose para dicho propósito, de su
arraigo dentro del Ejército. Durante este mandato, su gobierno se caracterizó
por la apertura indiscriminada del país a los intereses de la mafia procedente
de Estados Unidos, por lo que la corrupción administrativa se adueñó de la
realidad del país y dio lugar al surgimiento de distintos movimientos de
oposición, entre ellos el del Movimiento 26 de Julio liderado por Fidel Castro,
que después de varios años de enfrentamientos armados, condujo a su
derrocamiento. La madrugada del 1º de Enero de 1959, Batista huye junto a su familia y varios de sus más
allegados colaboradores, exiliándose en Republica Dominicana primero, más tarde
en Madeira (Portugal) y por último en España, donde fallece a causa de un
infarto, en la ciudad de Marbella, el 6 de agosto de 1973. Su cuerpo se
encuentra enterrado en el cementerio madrileño de San Isidro.
[27]Existen
numerosos de artículos periodísticos publicados en diferentes medios de prensa
cubanos, donde se hace alusión a la
complicidad del Presidente Batista en la colaboración con los Nazis en el
suministro de combustibles y alimentos a los u-boats. En la totalidad de los casos estudiados por este autor, los
referidos artículos, carecen de rigurosidad investigativa y responden más a una
práctica oficial y sistemática, de degradación de la imagen ya más que
deteriorada del exdictador cubano, que de un hecho contrastado. No hemos podido
encontrar, jamás ni la más mínima prueba que haga sospechar de la participación
del ex dictador cubano en una operación de este tipo, por lo que todo lo
existente se reduce a la mera especulación. Ver entre otros:
•“Revelaciones desde el Mar”, autor Guillermo Díaz.
•“Una historia submarina”, autor Frank Cosme.
•“Declaración de Guerra y el Diablo los junta”,
autora Josefina Ortega.
[28]Wilhelm Klein, agente
de la Gestapo,
colaborador del espía Heinz August Küning y vinculado a las redes de espionajes establecidas
por éste en Cuba. Finalizada la
2ª Guerra Mundial y libre de sospechas, optó por permanecer en Cuba,
estableciéndose en un apartado lugar de la Isla de Pinos, donde vivió una especie de retiro
en solitario. Murió a principios de los 80.
[29]Eduardo Chivas Rivas,
Nace el 26 de agosto de 1907 en la Ciudad de Santiago de Cuba,
capital de la provincia de Oriente. Descendía de una familia vinculada a la Guerra de Independencia.
Cuando su familia se traslada a La
Habana en 1923, el joven Chivás continua sus estudios; realiza viajes a Europa
y Estados Unidos que amplían su ya cultivada cultura. En 1925 se matrícula en
el Instituto de La Habana
donde concluye el Bachiller, ingresando en la Universidad el 30 de Septiembre de 1926, en la facultad
de Derecho. Al año siguiente, 1927 se vincula al Directorio Estudiantil
Revolucionario, organización que se enfrenta al gobierno corrupto que se ha
entronizado en el poder. Sus encendidos escritos atacando la corrupción y
desmanes del gobernante de turno, conllevan a que el 21 de diciembre de 1927
sea expulsado de la
Universidad, pero continua con su lucha. Más adelante se le
radicará la causa 228 de 1929 por delito de sedición y conspiración; es
detenido y cuando es puesto en libertad marcha al extranjero; desde New York
continua su lucha, ahora contra el régimen de Gerardo Machado, el mandatario
cubano conocido popularmente como el Mussolini tropical. Chivás se introduce clandestinamente en el país y
participa en la lucha revolucionaria, es descubierto y nuevamente encarcelado.
En 1933 cae la dictadura de Machado y toma el poder un nuevo presidente que es
derrocado poco después, por un levantamiento de clases y soldados liderados por
el Sargento Batista,
asumiendo entonces el poder, el Catedrático Don Ramón Grau San Martín.
Eduardo. Chivás continuó con su lucha contra la corrupción y
por la consolidación de la democracia en Cuba.
Participó en la elaboración de la Constitución del 40. Resulta electo Representante
por la Provincia
de La Habana y
continúa su labor como orador político en un espacio radial dominical de enorme
audiencia. Desde su cargo de Senador de la República y su
militancia en el partido Ortodoxo, del que fue fundador, acentúa aún más su
lucha política. Durante los años de la 2ª Guerra Mundial, desde su posición en
el Gobierno, trabajo por el desenmascaramiento de la “quinta columna” y la
denuncia contra personajes públicos y funcionarios sospechosos de colaborar con
Alemania. El 5 de agosto de 1951, al
terminar un discurso durante su espacio radial de los domingos, atentó contra
su vida disparándose con un arma de fuego, falleciendo días más tarde. Su
sepelio constituyó una impresionante muestra de duelo popular.
[30]Huff- Duff (High Frecuency Directión Finder), es un
localizador de alta frecuencia, un radiogoniómetro que sintonizaba las
emisiones codificadas de alta frecuencia de los submarinos alemanes. El
radiogoniómetro es un dispositivo capaz de realizar la detección de una señal
de radio por el método de triangulación. Para detectar las señales y localizar
a los submarinos que las emitían, se instalaron estaciones de escucha en ambos
lados del Atlántico, también en Islandia y Groenlandia. Cuando dos o más estaciones detectaban una señal, se procedía
al marcaje de la dirección de donde procedían las mismas con relación a las
estaciones en donde se habían detectado, así el punto donde se interceptaban
las líneas trazadas sobre un cuadrante, indicaban el lugar donde se encontraba
la posición del submarino. El Huff-Duff se hizo más preciso, cuando comenzaron a ser
instalado en los buques de escolta y cuando la señal captada pudo comenzar a
ser descodificada; ello permitía al tiempo que se localizaba la posición exacta
de u-boat, conocer de ante mano sus intenciones. El Metox fue una contramedida
electrónica desarrollada por los alemanes e instalada en los u-boats, pero los
británicos no tardaron en desarrollar un nuevo sistema de radar denominado HS2,
cuya longitud de onda era imposible de detectar por el Metox, lo que determinó
la pérdida de su eficacia.
[31]NARA, National Archives and
Records Administration, Washington.
“Guides to the Microfilmed Records of the German Navy, 1850-1945. Records
Relating to U-boat Warfare, 1939-1945”: Diario de Guerra.16 Septiembre de 1943. Número
PG 30332, número
Rodillo 4065.
[32] NARA, National Archives and Records Administration, Washington. Records
Relating to U-boat Warfare, 1939-1945”. Diario de Guerra del Eastern Sea
Frontier. Abril de 1942. Capitulo I, Situación Submarina, págs. 2, 3 y
4.
[33]Fondo de la Secretaria de
Gobernación México, Aviso de diez sobrevivientes del
pesquero nevero cubano “Lalita”, Caja 2036-B,
Expediente 83.
[34]Bridget Brerenton, Profesor de
Historia de la
Universidad West Indies, St,. Agustin. Presidente de la Asociación de
Historiadores Caribeños(1994-1997). Escritor y editor. Es autor de varias obras, entre ellas: “Law, Justice and Empire: the
colonial carrer of John Gorrie”, “The Colonial Caribbean Heritage”(co-editor),
“Dictionary of Caribbean Biografy”.
[35]António
de Oliveira Salazar (Nació en Vimieiro, Santa Comba Dâo, Portugal,
el 28 de abril de 1889 y fallece en Lisboa el 27 de julio de 1970. Político y
Doctor en Derecho, se convirtió en el líder de la dictadura del Estado Novo o
Salazarismo. Salazar defendió la consolidación nacional y temía que la
inestable situación de España, pudiera afectar al país. Salazar intensificó la
censura y la presencia en la vida política de la Policía Internacional
y de Defensa del Estado. Portugal brindó al franquismos un importante apoyo
logístico durante la
Guerra Civil, permitiendo el paso a través de sus fronteras y
facilitando la comunicación entre los bandos sublevados del norte y el sur así
como, aportando armamentos y hombres al
bando nacional., Salazar era un profundo admirador del nacionalsocialismo y en
los primeros años del conflicto mostró su acercamiento a las fuerzas del Eje.
El territorio portugués sirvió para que en el se establecieran agentes de
Alemania e Italia, además, de brindarles su apoyo logístico. Cuando el cónsul
en Burdeos, Francia, Sr. Arístides de Sousa Mendes, concedió a los refugiados
de origen judíos que huían de los nazis,
los visados correspondientes desobedeciendo las instrucciones del
Ministerio de Asuntos Exteriores portugués, Salazar le destituyó. Desde el comienzo
de la guerra y hasta principios de 1942, su gobierno prestó el territorio de
sus posesiones en las Azores para apoyar a los submarinos alemanes; no
obstante, en 1943 cambia su actitud y pone al servicio de los Aliados dicho
territorio para que sea utilizado como posible base de apoyo a cambio del
suministro de armas y medios, ante el temor de represalias por parte de Alemania.
[36]H. Ebel Roland; Taras, Ray; D.
Cochrane, James; “Political culture and foreing policy in Latin America: case of Studies from circum-Caribbean”,
Edi. Suny Press. 1991 Pag. 154.
[37] Maria Soledad de la Cerda; Catedrática
chilena, destacada investigadora, periodista y profesora de la Universidad del
Desarrollo de Santiago de Chile, autora entre otros trabajos, de la obra :“Chile y los
hombres del Tercer Reich”, Editorial Sudamericana, 2000.
[38]Mallmann Showell, Jak P., U-boats at War,
Landings on Hostile
Shore, Ian Allan
Publishing 2000, pág. 7.
[39] Ibidem, pág. 9
[40]Ibidem, pág. 9
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