U-BOATS EN EL MAR CARIBE
Por Maximino Gómez Álvarez
Norberto Abilio Collado
Abreu fue el operador de sonar que estaba de guardia en el caza submarinos
CS-13, el día en que se produjo el
encuentro con el U-176, el cual finalmente resultó hundido, entrando así la
embarcación cubana en las páginas de la historia de la 2ª Guerra Mundial. Abreu
había nacido en el pueblo marinero del Surgidero de Batabanó y desde pequeño había
sentido una poderosa inclinación por el mar. Su familia pese a las dificultades
económicas logró que estudiara hasta alcanzar el 8º grado de enseñanza
secundaria; su padre, que había sido señalero, le había ensañado los rudimentos
de la radiotelegrafía del sistema morse y todo los que sabía de su oficio de
señalero, pero el joven tuvo ptonto que comenzar a trabajar para buscarse el sustento
y lo hizo como pescador, formando parte de la tripulación de la goleta “Catalina
de Caibarien”. Con 20 años, al estallar el conflicto mundial y luego del ataque
a Pearl Harbor, el inquieto joven decide trasladarse a La Habana con la
intención de ser reclutado en la Marina, lo que consiguió dado sus
conocimientos de telegrafía, señales y su experiencia marinera. Después de
pasar el Curso de Reclutas en la Academia Naval del Mariel por espacio de 3
meses, fué trasladado al Arsenal de Casablanca, donde pocos días más tarde es
seleccionado para pasar unas pruebas a las que fue sometido junto a otros más de
200 reclutas, por un grupo de técnicos norteamericanos. De este modeo, fué finalmente escogido
para cursar un entrenamiento especial en la Subchaser Training Center en Miami;
por lo que ese mismo día fué conducido en compañía de otros dos jóvenes, también
seleccionados, Andrés Abela Aróstegui y
Roberto Rodríguez hacía el aeródromo de la Cayuga (más tarde Base Aérea de San Antonio de los
Baños) donde a bordo de un bombardero B-26 volaron hasta Florida.
Subchaser Training Center en Miami, lugar donde el Operador de Sonar Noberto Collado fue entrenado.
Inmediatamente a su
llegada a una ciudad de Miami totalmente militarizada, fué hospedado con sus
acompañantes en el 9ª piso del Hotel Alcázar y al día siguiente comenzaron el
proceso de instrucción acelerado, que se extendía diariamenbte desde las 08:00 hasta las 16:00 de forma
ininterrumpida, sólo con el descanso suficiente para comer. Después de tres
meses de estos intensos estudios teórico-prácticos, finalmente pasaron al
entrenamiento en buques norteamericanos en un polígono de pruebas en la costa
de Cayo Hueso, donde se simulaba la detección y hundimiento de submarinos;
todo ello con la utilización de un sumergible real que al ser “tocado” por las
supuestas cargas de profundidad, solía soltar por los tubos lanzatorpedos, un
líquido de color amarillo que al alcanzar la superficie era indicador de que el
submarino había sido aniquilado. Collado rompió un record en una de estas
prácticas, al aniquilar en una sola jornada de ejercicios la cantidad de 11
submarinos, lo que le mereció la felicitación de la oficialidad norteamericana.
Collado, además de unas excepcionales cualidades auditivas y físicamente
acostumbrado a los rigores del mar, que hacía que no sufriera mareo durante la
navegación, reunía de esta forma las aptitudes perfectas de un sonadista.
El Capitán Green, quien sería
personalmente responsable de adiestramiento de estos hombres, gozaba de la
ventaja de dominar el idioma castellano, ya que durante años había fungido como
Agregado Naval en distintas naciones latinoamericanas. Según el testimonio de
los propios alumnos, Mr. Green era un hombre agradable, educado, con quien
era fácil establecer una empatía, por lo que la relación entre el oficial y sus
pupilos siempre fue excelente y cordial. Norberto Collado, de raza negra,
advirtió durante su estancia en Florida, ciertos rasgos de segregacionismo de
tipo racial por algunos de los miembros del personal; éste hecho recordó en
diversas ocasiones el propio Collado, le pareció en
extremo chocante. En aquellos años, numerosos sectores de la sociedad
norteamericana aún estaban marcados por los prejuicios acerca de la condición
racial de un individuo; era la época donde no se admitía que los negros donaran
sangre para convertirla en plasma sanguíneo con destino a los hospitales del
frente. De alrededor de 2.500.000 ciudadanos negros estadounidenses que se
alistaron en el ejército, 150.000 lo hicieron en la marina, pero en este cuerpo
solían destinarse a labores como cocineros, fogoneros; incluso sus uniformes
solían llevar una media luna para identificarles como personal de servicios y
su ascenso a escalas superiores resultaba extremadamente difícil. Sólo la
voluntad de algunos de aquellos hombres, hicieron que fueran cambiando estas
apreciaciones y conductas racistas dentro de los mandos de la Marina de los Estados
Unidos; un ejemplo clásico lo constituyó el cocinero del US Arizona, el marinero Doris Miller, que sin haber
recibido preparación artillera, durante el ataque a Pearl Harbor y en el fragor del combate, tomó una pieza de
artillería antiaérea y logró el derribó de cuatro aviones japoneses[1],
lo que le valió para recibir la
Cruz al Merito Naval. En 1943 Doris Miller murió al ser
torpedeado su buque, el USS Liscome Bay; tiempo después
en reconocimiento a su servicio ejemplar, una fragata norteamericana de la
clase Knox (FF-109) fue bautizada con su nombre, USS Miller, el más alto honor
que concede la USN
a sus héroes. No obstante,
durante años continuarían observándose conductas racistas dentro de este cuerpo;
basta señalar otro caso, el del Master Diver Carl Brashear, quien sufrió en
carne propia los prejuicios raciales, a los que sólo pudo imponerse a fuerza de
entereza y sacrificio personal.[2]
Tendrían que pasar aún algunos años para que el pueblo negro norteamericano
lograra hacer prevalecer los principios de su lucha por los derechos civiles;
el ejemplo paradigmático dentro del Ejército norteamericano, lo constituye la
figura del General Collin Powell. Soplan nuevos
aires; el 31 de julio del 2008 el Congreso de los Estados Unidos de
Norteamérica reunido en el Capitolio de Washington pedía perdón oficialmente a
los afronorteamericanos por los años de esclavitud. El 20 de enero de 2009
juraba su cargo el primer Presidente negro en la historia de los Estados Unidos
de Norteamérica, el Sr. Baraka Hussein Obama.
El marinero Doris Miller recibió la Cruz al Mérito naval de manos del Almirante Nimitz, una fragata norteamericana de la
clase Knox (FF-109) fue bautizada con su nombre, "USS Miller", el más alto honor
que concede la US Navy
a sus héroes.
Por su asombrosa
capacidad y aún sin haber finalizado su entrenamiento, Collado participó con un
D.E. (Destructor Escolta) en una misión durante varias semanas en suroeste del
Pacífico, en Guadalcanal, hasta que regresó nuevamente a Florida. Una vez de
vuelta, fue sometido a éxamen con el resto de los alumnos obteniendo la segunda
calificación teórica y la primera práctica, recibiendo el correspondiente
diploma que le acreditaba como Operador de Sonar. No obstante, poco antes de la
ceremonia de entrega de los caza submarinos a Cuba y del regreso de Collado a
la Isla, una mañana fue conducido por oficial Green hasta un Hospital Militar. El
Capitán Green había captado desde el primer momento las
cualidades de aquellos tres marineros para la labor en la que estaban siendo
entrenados; no obstante, sabía que Collado superaba con creces a sus compañeros; por ello
decidió conducirlo a aquel Centro Médico Naval, donde el operador de sonar fue
sometido a gran cantidad de pruebas y
mediciones auditivas, una de las últimas consistía en sentarse en el extremo de
una larga habitación de espaldas y en el otro extremo se situarían los galenos
que le examinaban. El oficial le dijo a Collado que uno de aquellos médicos sonaría un silbato
y que al escucharlo, él debería indicarlo levantando una mano; la prueba fue
repetida una y otra vez y en cada ocasión que sonaba el silbato, el marinero
alzaba el brazo, según lo convenido. Al salir del puesto médico, Collado
preocupado le dijo a Green que él se sentía bien y que estaba perfectamente, preguntándole a su instructor, a qué venía
tanto silbido; el oficial sonrió a su pupilo, luego le explicó que los silbidos
que había escuchado se habían realizado con la utilización de un silbato para
perros, cuyo sonido en muy raras ocasiones puede ser percibido por un ser
humano.
Norberto Collado Abreu,
no fue escogido para formar parte de ninguno de los doce cazas transferidos a
Cuba y regresó como timonel del Columbia, que hacía de nave nodriza. Fue algún
tiempo después, que el Alférez Mario Ramírez Delgado, por mediación de Abela
Arostegui conoció de las cualidades del sonadista y logró incluirlo entre los
miembros de su tripulación. El destino; sin embargo, le jugó una mala pasada al marinero
Collado, pues durante el hundimiento del U-176, en uno de los lanzamientos de
las cargas de profundidad del CS-13, no se retiró los audífonos a tiempo y
recibió todo el volumen sonoro del impacto de la explosión en sus oídos, lo que lesionó su
capacidad auditiva. El operador de sonar, más tarde, solicitó su baja del Servicio al que se incorporó
nuevamente después del triunfo de la revolución castrista.
A mediado de los años
50 se vinculó al Movimiento 26 de Julio y se convirtió en uno de los
expedicionarios del Granma, cuya travesía realizó en calidad de timonel.
Norberto Collado Abreu
recibió durante su vida varias condecoraciones como la Medalla y Reconocimiento
del Congreso de los Estados Unidos, así como otras órdenes otorgadas por la Marina
y el gobierno de Castro. Alcanzó los grados de Capitán de Navío y en 1979 se le asignó la custodia del yate
Granma en el Museo de la Revolución.
Carta de Reconocimiento y condecoraciones otorgadas al operasdor de sonar Norberto Collado por el Presidente de E.E.U.U. Harry S. Trumman y el Congreso norteamericano.
Collado recibió la condecoración de manos de propio Presidente de la República de Cuba Don Ramón Grau San Martín. Foto tomada el día de la histórica ceremonia de entrega, efectuada en el poligono del Arsenal de Casa Blanca.
Norberto Collado Abreu, el primero a la derecha (de civil) junto al resto de la dotación del CS-13 durante la ceremonia de condecoración efectuada en el Poligono de la Marina de Guerra cubana en el Arsenal de Casa Blanca.
Collado recibió la condecoración de manos de propio Presidente de la República de Cuba Don Ramón Grau San Martín. Foto tomada el día de la histórica ceremonia de entrega, efectuada en el poligono del Arsenal de Casa Blanca.
Norberto Collado Abreu, el primero a la derecha (de civil) junto al resto de la dotación del CS-13 durante la ceremonia de condecoración efectuada en el Poligono de la Marina de Guerra cubana en el Arsenal de Casa Blanca.
El 2 de abril de 2008 se produjo su fallecimiento. Fue enterrado con honores militares, en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en la Necrópolis de Colón.
[1]
Doris Miller. N. Waco (Texas)
12/10/1919. Hijo de campesinos, ingresa en la marina en septiembre de 1939.
Destinado en 1940 al acorazado USS West Virginia; durante el ataque a Pearl
Harbor puso a prueba su valentía arriesgando su vida para salvar al capitán
Mervyn S. Bennion, luego ocupó una pieza de artillería y enfrentó a los
atacantes japoneses. El Almirante Chester Nimitz le otorgó la más alta
condecoración de la marina norteamericana, la Navy Cross. Miller
murió durante el ataque del submarino japonés I-175 al buque USS Liscome Bay. Un pasaje de la vida del marinero Doris Miller es
interpretada por Cuba Gooding Jr.
en el film Pearl Harbor, del director norteamericano Michael Bay.
(Touchstone Pictures).
[2] Carl Maxie Brashear.
N. Tonieville, Kentucky. Primer afroamericano en graduarse en la Diving and Salvage School y
primero en alcanzar la categoría de US Navy Master Diver. Pierde una pierna
producto de un accidente sufrido durante el intento de recuperación de un
artefacto atómico en Palomares, España. Su tenacidad a toda prueba le permitió convertirse en el primer buzo en
activo con una pierna amputada. Sirvió en el Navy hasta 1993 alcanzando el
grado de Master Chief Petty Officer.
Recibió importantes condecoraciones. Muere el 25/7/2006 de un fallo cardiaco. La vida del Master Diver Carl Brashead, también fue
llevada a la gran pantalla con el título de: “Men of Honor” (Hombres de Honor),
dirigida por George Tillman Jr. e interpretada entre otros actores por Robert
De Niro y Cuba Gooding Jr.
(20th Century Fox).
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